30/4/10

Lealtad canina, lealtad felina



En la sociedad el perro es considerado el mejor amigo del hombre, pero desde luego el hombre no es el mejor amigo del perro, si a esas nos vamos el hombre por lo general ni siquiera es el mejor amigo del hombre, cuanto menos de un perro
Como mis lectores sabrán me gustan los gatos y como tal vez no sepan por lo general detesto a los perros ¿por que? Muy simple, los perros adquieren grandes rasgos de los seres humanos ordinarios
La lealtad del perro es legendaria e incluso ha sido fuente de inspiración para libros y películas, pero personalmente me pregunto ¿cuánto valor tiene esa lealtad?
Los perros, como bien se sabe cuidan a sus amos y les obedecen a la perfección si están bien entrenados, incluso cuando se les maltrata, esto es fundamental para determinar el grado en el que un perro es leal, no como un ser humano que aprende a revelarse si no es tratado con respeto y tiene la fuerza para hacerlo, cosa que un canido no hace, en el perro el instinto de lealtad es enormemente fuerte, tan fuerte que las privaciones no lo disminuyen, eso para algunos es una gran cualidad, pero en lo personal me parece una tontería
Así es, el perro que es leal frente a todo me recuerda a una persona estúpida, y su lealtad es grande, pero vale poco debido a que el perro es leal porque no puede ser de otro modo
Esto es fácil de comprobar, tomen a un cachorro y aliméntenlo, eventualmente se acercara a ustedes y les tomara afecto, al crecer los defenderá de los peligros y andará siempre a su lado, no digo que no sea útil, porque lo es, pero creo que el valor de este afecto esta sobreestimado, después de todo los perros están hechos para querer al dueño, y a las personas les agradan porque los reconocen como sus lideres, en efecto, un perro obedece a todos los miembros de la familia, situándose por debajo de ellos y moviendo la cola para todos, en su propia mentalidad es perro es miembro de una manada y se coloca en los peldaños mas bajos ¿o alguna vez su perro le exigió ser alimentado? Nosotros en cambio les enseñamos trucos y los entrenamos para que se comporten del modo en que deseamos, hemos llegado al punto en que los perros no son nuestros mejores amigos sino una herramienta para reafirmarnos a nosotros mismos, para hacernos sentir que tenemos el control de algo, los animales nos dan un consuelo porque creemos que son inferiores, porque sus atenciones nos hacen sentir especiales, porque en medio de un mundo enorme e indiferente somos especiales para alguien, aunque sea un perro
Su evolución ha sido paralela a la del hombre, en algún momento nuestras manadas se unieron y comenzó una crianza selectiva para tener perros adecuados a nuestro gusto, hablando en términos evolutivos los perros mejor adaptados a nosotros son esas miniaturas que pueden colgarse en un bolso y que son tan propias de las mujeres nice y peluqueros gay, nótese que no hemos creado espacios abiertos donde los perros puedan crecer y diversificarse, los hemos convertido en lo que nosotros queremos, los hemos adaptado a nuestras necesidades
Por otra parte esta maleabilidad no es tan propia de los gatos a los que si bien se puede entrenar y hacen trucos no son tan leales como los perros, un gato que no es alimentado o es maltratado se va de casa y por lo general no regresa, dicho de otro modo, no están hechos para querernos y tampoco nos reconocen como los lideres de la manada ¿cuántas veces su gato se ha subido a la mesa para llevarse su comida? Los perros suelen hacerlo de cuando en cuando, pero aprenden a respetar nuestro espacio y después ya no lo hacen, los gatos en cambio aprenden a evitar nuestro enfado y hacen la maniobra con mayor rapidez, por otra parte tienen una peculiar manera de demostrar su cariño, restregando sus cuerpos en las piernas y ronroneando, esto avala el aprecio que nos tienen, pero si se acercan a nosotros esperan que les correspondamos, es decir, que no son cariñosos nada mas porque si, esperan caricias y comida de otros miembros de su manada y si no las obtienen se van a otra parte
Pero, los gatos también nos aprecian, cuando era pequeño tenia uno bastante grande que se subía al refrigerador y esperaba para lanzarse sobre los intrusos, pero no sobre la familia, este gato (que también me quitaba la comida) era bastante territorial y al igual que un perro atacaba a los que no pertenecían a nuestro grupo, pero no nos veía como sus superiores, éramos sus iguales
Otro ejemplo aunque menos conocido es la costumbre que tienen los gatos de alimentar a los enfermos, cuando mi tía tuvo algunas complicaciones se quedó en cama por varios días, en uno de ellos su gato llego llevándole un pájaro muerto, claro que ella no se lo comió pero otro gato sin duda lo hubiera hecho, un perro con una mentalidad similar tal vez le hubiera llevado algo que ella acostumbrara comer, tal vez una lata de comida o alguna otra cosa que pudiera llevar en el hocico, dependiendo del entrenamiento, la diferencia esta en que los perros aprenden a atender nuestras necesidades viéndonos como humanos, los gatos nos ven como otros gatos
Por ello muchos hombres prefieren a los perros, les gusta saberse lideres de un grupo, les gusta el respeto que les dan los caninos, pero a mi me sabe a hueco, un perro y un gato te seguirán hasta el fin del mundo, pero si no lo tratas bien el gato se regresara a medio camino
Esto me lleva a pensar en las relaciones humanas, en el valor que le damos a los demás, nosotros valoramos a las personas por la forma en que nos aprecian, pero una vez formado un nexo lo damos por hecho y no nos ocupamos de ello, en una amistad, en un noviazgo o matrimonio esperamos que el otro nos quiera como un perro, que este siempre junto a nosotros y nos aprecie sin ninguna retribución importante, les damos de comer y jugamos de cuando en cuando, pero olvidamos que somos mas como los gatos, puede que en algún momento idolatremos a alguien, pero llegara el día en que los veamos como a nuestros iguales y no nos baste con recoger la pelota que nos lanzan, llegara el día en que uno se siente a ronronear esperando atenciones, y si no las tiene se ira, así que es mejor cultivar eso, reconocer al otro como un igual, incluso a las mascotas, todos tenemos necesidades propias y es justo esperar una retribución por nuestro cariño, tal vez no vamos a saltar a la mesa para quitarle a alguien el bocado (o tal vez si) pero siempre llega un momento en que queremos mas, queremos ser apreciados, y si ese momento llega para nosotros llegara también para los demás, reacuérdenlo, aquellos que nos quieren esperan que les queramos, y si no les correspondemos, algún día se irán


P.D. si van a tener una mascota que sea porque les gustan los animales, no para evitar la soledad, de lo contrario estaran solos con su mascota

Dia del niño, no estaria de mas pasarse por esta entrada
La seriedad de la infancia

3 comentarios:

  1. Bueno, Gin, magnífica reflexión... Sobre el ser humano. Aunque tengo tres gatos, me gustan algunos perros, así que soy imparcial.
    En una cosa tienes mucha razón, no puedes tener un animal como autoafirmación, eso es enfermizo. Sólo hay que ver a esos tipos con cara de pocos amigos y sus grandes perros agresivos.
    Gran postadata.
    Saludos.

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  2. Cierto, puedes saber mucho de alguien cuando lo ves relacionarse con su mascota

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  3. Vivo del lado opuesto. Las familias que veo suelen dar a los perros lo que ellos parecen hacer con ellos también. Eso sí, yo soy algo disminuido; no he llegado a conocer que los perros vean diferentes y no iguales a esas personas. Le pregunté a un gato. Me dijo miau.

    Aún nos parecerá diferente la socialización en perros y gatos con los hombres. Antes que suponer igualdad o diferencia, me quedo en atribuir comodidad en perros y gatos.

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