9/4/10

Su santidad

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“Para tener categoría de santo no basta haber sido bueno y tener seguidores, no, necesitas al menos un milagro en tu expediente, de otro modo nunca pasaras de ser un simple beato” y en efecto, tras doscientos cincuenta años después de haber muerto Eleazar seguía sin poder ascender de categoría, sus múltiples esfuerzos por manifestarse en la tierra apenas habían logrado juntarle un puñado de seguidores y aun entre ellos solían rezarle a santos ya establecidos y legalizados, al parecer nadie iba a arriesgarse con un novato sin experiencia

Pero Eleazar no desesperaba, no habia resistido tanto en vida como para impacientarse en la muerte y con cuidado escuchaba las peticiones de cada iglesia, tenia un caso en particular que llevaba siguiendo desde hacia varios meses, un hombre cuya hija estaba enferma y se agravaba mas y mas, pronto estaría a las puertas de la muerte y podría hacer su intervención, ya había acumulado suficiente energía para lograrlo “será perfecto” pensaba “no hay manera de que se salve y solo podrán aceptar la explicación de mi milagro”

Mientras divagaba una oración llego con gran fuerza “¿Qué, ya es hora?” el caso se había complicado y el padre rezaba con fervor ¡la niña estaba muriendo! Eleazar bajó a la tierra tan rápido como pudo y entró al cuarto donde los doctores se afanaban por hacer algo, inyectar medicamentos, sacar sangre, cualquier cosa que pudiera salvarla, en medio del caos estuvo a punto de perder la compostura pero se obligo a mantenerse calmado, tenia energía suficiente para pero no estaba preparado así que debería improvisar

Levanto a la niña para examinarla mejor y los doctores palidecieron al verla flotando, Eleazar le inyectó una dosis de vida para ayudarla a resistir el proceso y expulso la enfermedad con tanto cuidado como pudo, se sorprendió al ver que le sobraba un poco de energía, incluso podría haberla ayudado desde antes, al fin la deposito en su cama y se alejo de regreso al cielo rebosante de satisfacción; pronto seria un santo en toda regla

La madre se acerco a la niña y la abrazo llorando de felicidad mientras sacaba una estampa y la besaba pensando “gracias virgencita”

5 comentarios:

  1. Existe un "modos operandi" en la vida del cual somos ciegos.

    ¿Quisiera usted pensar que nació siendo santo, o simplemente no quiere asumirlo?

    Hubieron muchos santos en esta vida que no merecían ser divinos, y de seguro hubieron muchos pecadores que volaron muy alto con alas de colores.

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  2. En efecto, la vida que haya llevado un santo poco importa, lo verdaderamente relevante es lo que creemos sobre su vida, un par de decretos oficiales y ¡voila! un hombre es mas santo que otro

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  3. Gin, tengo que reconcer que me has descolocado.
    ¿Es una broma porque la madre acaba pensando en la virgen y no en él? ¿Es una parábola? No he sabido pillar el tono. Bueno, a ver que dices.

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  4. Oh, hombre de poca fe, aun el mas humilde raton bajo el cielo recibe las bendiciones del señor, cuanto mas no habria de hacer por sus hijos... perdon, hoy desayune sacerdote, solo queria poner una situacion deonde los meritos de alguien no son reconocidos por la declinacion hacia lo establecido, y se me ocurrio eso de los santos, aunque creo que me excedi en el largo

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  5. No te excediste,estuvo de lo más simpático el relato.
    Pregunto:¿Acaso tu anagrama es
    Wendi Hings?
    Bienvenida a mi sitio,haz clic en mi nombre cuando gustes,hago relatos cortos y micros.

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