Noche de cortejo

La primera luna es Calira, luna blanca de fertilidad, su llegada anuncia el tiempo en que crecen las plantas, su luz clara y marfileña se desgrana sobre las tierras cobijando la noche con un suave velo, la segunda es Ioros, luna roja de gran poder y de fuego, cuando su figura recorre la tierra siembra la inquietud y las obsesiones, el eterno fuego que emana de su cuerpo la sigue como la cola de un cometa y en ocasiones algunos trozos de piedra ardiente se desprenden de ella e impactan la tierra, soltando esquirlas de roca cristalina, la tercera es Limeria, luna azul que cada año brilla en la noche, esparciendo luz desde su pulcra superficie, los eruditos sostienen que podría estar hecha de hielo y los poetas alegan que es puro diamante

Un mes, tres meses, un año, esos son los ciclos de cada luna, el tiempo necesario para llenarse y volverse a oscurecer, pero hay momentos especiales, momentos de combinación, cada tres años hay un eclipse de doble luna y cada veinte uno triple

Pero este año hay algo mas, algo que los jinetes llaman Sombra de Luna Fantasma, un torrente de fuerza astral que intersecta la alineación celestial derramando la fuerza del éter sobre su gente, no magia, no hechicería, éter puro extraído de las corrientes astrales de realidad, derramadas en tierra por la bendición de las lunas, los Evencrial celebran, cantan y danzan bajo la luz de las tres lunas, un espectáculo de arcoiris nocturno, luces blancas, rojas y azules atravesando las nubes

La Veta Lunar es el lugar mas sagrado entre lo sagrado, una gigantesca roca de luna caída desde el Exterior hacia milenios en un eclipse similar, llegada desde Ioros y que ha arrancado trozos de sus hermanas la veta es pues una gigantesca roca de franjas vidriadas y marfileñas, similar a una pequeña montaña de gran belleza donde las plantas se han hecho un hueco que incrementa su encanto y su apariencia mágica, con aberturas que llevan a su centro donde se dice que reposa un gran trozo de hielo que nunca se derrite, excepto esta noche, la noche del nacimiento, noche de pasión y poder, la Veta resuena escuchando el llamado de sus madres y se ilumina y se derrite bajo los cantos de los chamanes, las mujeres danzan alrededor coronando la Veta con una guirnalda humana, son figuras casi desnudas contoneándose con la música, las antorchas se han apagado pero las luces del cielo rebotan en el cristal, se mecen y giran al son de sus cuerpos, los chamanes masculinos se acercan y quitan de un golpe la ropa de las mujeres, ellas, hipnotizadas en el canto y el rito se dejan hacer y se vuelven ofreciendo sus espaldas al pecho del hombre, se abrazan, caminan, se sueltan y siguen bailando, buscando nuevas parejas, buscando nuevo contacto

La procesión de hombres llega escalando, conquistando a mano limpia el derecho a participar de la noche, las mujeres chamanes los esperan en la cima, al verlos llegar decididos y sudorosos les quitan la ropas y estimulan sus cuerpos, los miran, los besan y de la mano los conducen al centro

Las mujeres están entrando, jóvenes que nunca han sido tomadas por hombre alguno, elegidas y presentadas al rito, a la danza de la Luna Fantasma, se ciernen sobre el centro de la Veta, iluminada por la luz exterior que cae dentro de las paredes, reflejando sus formas suaves y juveniles

Al fin han llegado, se acercan al hielo y caminan encima, el calor de sus cuerpos, la fuerza del rito, el poder de la noche, el hielo es cálido, agua orgullosa que no abandona su forma ni siquiera al golpe del fuego, agua que gira sin girar en una linea invisible alrededor de su centro, las vírgenes desnudas se dejan llevar por la corriente y se dispersan entre las aguas, los hombres van tras ellas, atraídos por su encanto y cegados por la pasión, se lanzan al agua que no los acepta, que quiere para si a todas las mujeres, ellos golpean el hielo y en los rincones de la Veta los chamanes forman parejas y copulan cantando sus rezos, el agua se deja seducir por la pasión de los humanos y al fin cede antes los golpes frenéticos de los jóvenes jinetes, la corriente interna los abraza y los empareja mientras la luz se derrama por toda la Veta, afuera del hielo el llamado de la copula atrapa la luz en el agua, los hombres y las mujeres se tocan y se besan y abren sus cuerpos a su pareja, se acercan, se miran

Afuera los cantos prosiguen, las mujeres yacen exuberantes en el suelo mientras se contonean y retuercen bajo las caricias de sus parejas, el canto se abandona y el baile se sustituye con al calor animal del movimiento, abajo los jóvenes se entregan en el agua que hierve respondiendo a sus suplicas, se abrazan con fuerza mientras la corriente aumenta y los sacude, no se separan de su pareja y al fin el agua estalla en vapor y gemidos, las mujeres, extasiadas y satisfechas se dejan colgar en el cuello de sus hombres y sonríen satisfechas