24/2/10

Sospecha

El hombre lucia bastante extraño así de alto y con esa gran gabardina y el sombrero cubriendo casi cada centímetro de su cuerpo, mas aun, por debajo se alcanzaban a observar zapatos deportivos, un indicativo de que tal vez pensaba salir corriendo en cualquier instante, las palomas, las personas y los perros del parque no le dieron importancia y se pasaban de largo, pero el gato de la catedral no le quitaba sus rasgados ojos de encima y veía el maletín que el hombre aferraba con tanto ahínco
¿Por qué tanta ropa en un día tan caluroso?
¿Por qué escondía su rostro?
Y sobre todo ¿qué traía en el maletín?
El hombre miro hacia un lado y hacia el otro antes de cruzar la calle y el gato le seguía desde los tejados, ambos pasaron de largo la carnicería, la juguetería y el museo, el gato sospechaba que el hombre se dirigía a la central de autobuses, posiblemente para proseguir la huida
Pero ¿de que estaría huyendo?
El hombre se desvió unas cuadras antes de llegar
¿A dónde iba ahora?
El hombre reviso los alrededores para asegurarse de que nada lo habia seguido y entro a un callejón, luego toco a una puerta, alguien abrió pero desde su posición el gato no podía ver quien era, el hombre levanto el maletín y lo abrió frente al extraño, el gato no podía ver que pasaba y se estiro para ver un poco mas, se estiro y se estiro y se estiro…
Y cayó al suelo, fulminado por un fuerte ataque de curiosidad

1 comentario:

  1. Ja, ja. Otro de humor. Que distinto, que diferente este estilo que el de tu novela. Un cambio de registro radical.

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