Esta semana no tengo muchas ganas de escribir y da la casualidad de que no he puesto en este blog los primeros relatos que escribí de esta novela hace ya un tiempo, los había colgado en un foro de literatura y bueno, es un poco ilógico que no estén en mi blog así que aquí se los dejo, quiza algunos habran notado que -por ejemplo- en un relato se habla de Evan regresando a Valiana, aqui se explica a donde habia ido en primer lugar y tambien un poco mas sobre la Grieta, un lugar fundamental en la mitologia de esta historia
Es algo largo en comparacion a las entradas habituales asi que tomense su tiempo
===========================
La
manada cerraba el camino, se habían adelantado corriendo a través
del bosque y
ahora bloqueaban el paso, Kelmar y Demian sabían que andaban tras el
cargamento, también sabían que las flechas no servirían de
mucho pero aun así
alzaron sus ballestas y dispararon, dos de los darfels cayeron chillando de
dolor, pero los demás los ignoraron y se acercaron pasando por encima de
sus
cuerpos, las criaturas podían ser entupidas, pero comprendían la
superioridad
numérica y que el único modo de salir era a través de
ellos, eufóricos por la
matanza próxima y por la recompensa comenzaron a aullar, el grito de la
manada
resonó en las enormes y lisas paredes del acantilado, a la derecha la
garganta
parecía interminable, el ultimo puente estaba a una hora de viaje y
pasar a
través de la manada quedaba descartado, se lanzarían sobre el
cargamento en
cuanto los tuvieran a mano, para agravar la situación no sabían
si había mas de
ellos ocultos en el bosque
Demian tomó uno de los paquetes y lo
desenvolvió a toda prisa
- ¿Qué
vas ha hacer?
- Si
hay más ocultos saldrán con esto
- ¿Y
luego que? Ya sabes como se ponen cuando están tocados
- Si
eso pasa ya veremos entonces, por lo pronto quiero hacer una salida
Demian
lanzó el paquete a la orilla de la manada, tan cerca de los
árboles como le fue
posible, los darfels se abalanzaron
sobre el y comenzaron a forcejear deseando ser los primeros en probarlo, los
demás salieron aullando y comenzaron a pelear por el paquete tal y como
Demian
había previsto, el polvo se levantó mientras forcejeaban, Demian
sabia lo
ansiosos que estaban así que les lanzo otros dos, pero aun envueltos en
tela y
sujetos con un complicado nudo, los darfels se lanzaron sobre ellos y dejaron
de ponerles atención, ya se enfadarían al notar que estaban
vacíos pero de
momento no les prestaban atención
Kelmar
le lanzo a su compañero una mirada de asentimiento y arreó a los
caballos,
estos, anteriormente entrenados para la guerra corrieron rápidos y sin
asustarse, sin relinchar siquiera para no llamar la atención de la manada
Los
darfels que habían probado los paquetes estaban tirados
deleitándose en su
delirio, pero algunos de los que se quedaron sin nada notaron a la carreta que
pasaba veloz a su lado y comenzaron a perseguirla, los tripulantes sacaron
botellas de vidrio llenas de liquido y tapadas con trapos que Demian
encendió
con un soplo de magia, las bombas cayeron frente a ellos y el fuego se
expandió
en todas direcciones bloqueándoles el paso, aun así hubieran
cruzado el fuego
para aventurarse por un poco del cargamento, pero los gritos de los que se
quemaban los convencieron de volver con la manada
-
¡Pasamos Kel! ¡Pasamos! – dijo Demian lleno de regocijo- solo otro
día y
llegamos a la ciudad
- Te
emocionas demasiado por un montón de criaturas, sobre todo considerando
que
podrías barrerlos con un movimiento de tu muñeca ¿o si no
para que demonios
esta la magia?
- Te lo
he dicho muchas veces Kel, si la uso demasiado las sacerdotisas vendrán
por mi
¿y donde podrías encontrar a alguien tan carismático e
inteligente como yo?
- Pues
tal vez ahí enfrente – le respondió mientras bajaba el catalejo-
otra manada de
criaturas, algunos llevan un halcón rojo, son del clan Ather
-
Ather… -murmuro Demian pensativo- son el clan más fuerte y numeroso, por
no
mencionar el más inteligente, será difícil abrirnos paso,
pero quizás podamos
llegar a un acuerdo
La
manada de Atheres los estaba esperando al final del camino, a diferencia del
clan darfel los Atheres eran inteligentes, salvajes si, agresivos y en
ocasiones
tan estúpidos como cualquier criatura, pero estaban haciendo una
civilización,
entre todas las manadas ellos habían comenzado a usar ropas cosidas en
lugar de
simples taparrabos, también parecían tener jerarquía e
incluso unas
rudimentarias chozas, desde que la grieta se abrió y engullo a varios
pueblos
ellos habían prosperado y eso los había hecho conocidos y temidos
mas que
cualquier otro clan de criaturas, los habían esperado en la salida de la
Grieta, justo en la bajada final, la mas estrecha de todas, si querían
huir
tendrían que ir cuesta arriba y algunos de ellos tenían arcos
para atacar si
trataban de regresar por donde llegaron, con la agudeza de sus sentidos Demian
pudo escuchar sonidos guturales sobre ellos, provenientes del bosque, miembros
ocultos entre las ramas listos para caer sobre ellos, si, eran
considerablemente mas inteligentes
Demian
levanto un panel oculto en la base de la carreta, el contenido provenía
directamente de la Franja de Hierro y había costado lo suyo, pero
cualquier
cosa seria poco si con eso salía vivo, vivo y entero
-
A
mi señal - explico Demian-
les lanzas esto
-
¿Qué
es?
–pregunto
Kelmar
mientras
trataba
de
levantarlo-
¡Esto
pesa
mas
que
un
barril
lleno
de
vino!
-
Es
un regalo de mis contactos
en la franja, si llegamos a usarlo recuérdame llevar algo de seda para
agradecérselos
-
Y
seguramente obtener otro ¿no?
-
Ya
sabes que mi amabilidad no
es gratuita
-
Los
tenemos a cien pasos, ¿lo
lanzo así nada más?
-
No,
primero le quitas esta
argolla –le dijo mientras levantaba un aro metálico clavado en el centro
de la
bola aparentemente hecha de hierro- tienes que tirar con fuerza
Se detuvieron a
cincuenta pasos de la comitiva Atheres, Demian levantó un trozo de tela
blanca
por encima de su cabeza y lo agito al tiempo que bajaba, un sujeto muy alto y
exageradamente musculoso salio de la manada, sus brazos descubiertos
relucían
con el sol, probablemente los tenia engrasados para las peleas cuerpo a cuerpo,
en lugar de armadura llevaba pieles de animales tachonados de púas y un
halcón
rojo grabado en todo su pecho y abdomen, las cicatrices blandas de la marca
hecha con cuchillos denotaba su reciente ascensión al poder,
detrás de él se
acerco un hombre delgado y andrajoso, con una barba de varios meses que
caminaba encorvado y sumiso, sin levantar la mirada
Demian lucia achaparrado
solo debido a la estatura de la criatura, pero su mirada denotaba calma, ya
antes se había enfrentado a seres terribles, tan peligrosos que una
criatura
como esa no significaba nada… al menos no para su magia, pero con un Ojo de
Piedra rastreándolos tenia que guardar las apariencias, al menos hasta
que
llegara el momento, si al menos lo hubieran emboscado mas adentro de la Grieta
y no a la salida, pero ahora lo que servia no era pensar en ello sino en lo que
tenia enfrente, su aspecto había cambiado en muchas ocasiones y
después de su
estancia en la Franja de Hierro vestía pantalones negros, despintados y
vueltos
a oscurecer por el hollín, una chaqueta del mismo color, también
de tela recia
y una capa a juego, ligeramente desgastada en los bordes, pero aun lo bastante
buena para ocultar su particular tejido, así como las marcas negras que
alcanzaban a salir de su cuello, colgando del cinto llevaba un par de dagas,
algunas mas ocultas en las botas y las mangas, pero al andar solo podía
verse
su espada de funda cobriza, de diseño simple pero de un extraordinario
material
oculto bajo las líneas de la funda y su broche en forma de lobo
Cuando estuvieron cara a
cara el gigantón hablo lentamente, pero Demian solo pudo entender
gruñidos y
monosílabos
-
Grooooerkk mahhntre conn.. salger ¡Ner huer!
El hombre delgado hablo rápidamente,
quizá temiendo ser castigado en
cualquier momento
- El
gran Salger ordena que entregues lo que llevas justo ahora
-
Demmar… traenkar dooo muger ¡Ner Doer!
Y si lo haces te dejara irte con vida
- ¡Gro
huer! –grito nuevamente Salger mientras movía los brazos y agitaba los
puños,
probablemente en una exhibición de fuerza, Demian solo se quedo
mirándolo y
Salger enfureció
-¡Ner
huer!- grito otra vez Salger al tiempo que golpeaba al hombre
-¡Entrégaselo!
¡hazlo ya!- grito mientras se dejaba caer- ¡me golpeara si no se lo
entregas! ¡Gro huer ghraa Salger! ¡Gro
huer! –le
respondió angustiado al gigantón- ¡Dáselo antes de
que me mate!
Demian
tanteo el mango de su arma, desde fuera y por el aspecto de la vaina
parecía
una espada, y si se sacaba de forma normal saldría una hoja afilada, pero ese había sido otra de sus adquisiciones
en la Franja y como tantas cosas provenientes de ahí también
tenia sus trucos,
pero lo primero era calmar a Salger que ya movía su hacha, así
que saco la
espada y con cuidado la coloco en el suelo mientras mantenía la vista
baja, se
movió hacia la derecha para alejarse del arma, Salger se relajo ante la
muestra
de sumisión y volvió a levantar el hacha, pero esta vez para
lanzar un grito
que fue coreado por su manada
Mientras
los Atheres estaba distraídos Demian separo el broche con forma de lobo
que
adornaba la funda metálica, el mecanismo interno se activo y la propia
vaina se
separo en cuatro partes, cada una un trozo de metal afilado, con otro
movimiento las piezas se ensamblaron formando una delgada lanza con la que
desde esa posición no tuvo problemas en atravesar el corazón del
gigante
El
traductor se quedó pasmado ¡matarlo había sido tan
fácil! De haber sabido que
seria así el mismo lo habría hecho hacia meses, sin importar si
lo a él lo
mataban después de eso
La
manada también estaba incrédula, había sido tan
rápido y ni siquiera habían
oído gritos, no creyeron que Salger había muerto hasta que el
traductor comenzó
a patearlo y vieron que este no
respondía
Demian levanto la mano, Kelmar le quito la
argolla al objeto
-
¡Llévame contigo! –le suplico el
traductor- ¡sácame de aquí y haré lo que
quieras!
¡lo que quieras!
Demian permanecía tranquilo,
impasible, en esas situaciones lo mejor
siempre era estar calmado
-
¿Conoces la ciudad? –le pregunto mientras señalaba hacia el camino
- Vivía
en la zona de los comerciantes, en el barrio blanco ¡Tú
también llevas una
carga! ¡te conseguiré una bodega! ¡se quien da los mejores
precios!
- Me lo
pensare –respondió Demian, que movió rápidamente la lanza
para quitarle la
sangre, después doblo el mango y las puntas volvieron a ensamblarse como
una
vaina, la aseguro poniendo el broche en su lugar y enfundo su espada,
extendió
la mano derecha a la altura del pecho y Kelmar soltó el objeto, el cual
se fue
rodando cuesta abajo hacia la manada, quienes ya se lanzaban contra ellos,
Demian saco otra botella encendida y la lanzo sobre el objeto, el vidrio
reventó y el fuego envolvió el arma, la manada rodeo eso que
consideraron una
piedra ardiente y Demian se lanzo al suelo, cubriéndose a si mismo y al
hombre
con su
capa
Y
escucharon el sonido de un trueno
La
explosión fue inmediata, los trozos de metal provenientes de la granada
destrozaron a los miembros de la manada, brazos, piernas y cabezas
aparecían
sueltas por todos lados, Demian había sentido el impacto de algo en su
capa,
pero los hilos de metal que la reforzaban los habían protegido, el resto
de la
manada había huido frente al sonido y la destrucción
- ¿Y
que dijeron los Atheres? – dijo Kelmar sonriente
- Dicen que podemos pasar, mira, incluso me dejan un
traductor para que aprendamos su lengua
- ¿Cómo te llamas? –pregunto otra vez Kelmar mientras
le lanzaba una mirada suspicaz a Demian
- Soy Josef, comerciante del barrio blanco
- Ha prometido ayudarnos a encontrar un buen cliente
- Entonces supongo que esta bien
Kelmar
arreo a los caballos y al pasar sobre los cadáveres se alegro de haber
cambiado
las ruedas de su carreta por otras de metal y cubiertas de pequeños
picos,
ideales para evitar el derrape aun yendo sobre liquidos y cadáveres
Esa
noche acamparon temprano a las orillas del río, Josef parecía muy
interesado en
el fogón alimentado con aceite que Kelmar había comprado en la
Franja, este por
su parte tenía mas interés en preparar la cena, es decir, sacar
carne salada y
alimentos en conserva
- ¿Qué
es esto? –pregunto Josef mientras observaba la fruta en el vidrio
-
Duraznos en almíbar
- ¿Y
esto?
- Verduras en vinagre
- Son alimentos extraños pero saben bastante bien –le
dijo Demian mientras sacaba un pepinillo del frasco y se lo llevaba a la
boca- además duran varios meses en buen
estado, anda, come lo que quieras, tenemos la carreta llena de estas cosas
- ¿Esto es su carga? –pregunto Josef algo incrédulo-
¿han venido hasta aquí para traer verduras?
- ¿Crees que no se venderán bien? – le pregunto
Kelmar fingiendo interés en la pregunta- hay reyes que pagan fortunas
para
beber agua de manantiales exóticos que no tienen mas merito que estar
muy lejos
- Y esto es autentica comida de la Franja
- Bueno, si, creo que tienen razón, pero me parece
algo arriesgado ¿ya han vendido cargamentos de esto?
- No –le dijo Demian- pero si esto no se llega a
vender tenemos una comida aun más exótica
- ¿Qué es? –pregunto Josef, ahora verdaderamente
interesado- ¿alguna clase de planta medicinal?
- Pescado
- ¿Pescado seco? ¡¿Pasaron el camino de las Grietas
para traer pescado?!
- No esta seco Josef –le corrigió Kelmar- es autentico
pescado fresco traído desde la Franja y conservado en aceite
- ¡Pero eso esta a semanas de viaje! ¿realmente esta
tan fresco?
- Compruébalo por ti mismo –le dijo demian mientras
le tendía un frasco con una altura de dos manos, Josef lo tomo y se
quedo ahí,
admirando la tapa metalica y circular sin saber que hacer
- ¿Cómo se abre esto?
- Solo gíralo así –le respondió Demian- con fuerza
La tapa salio con
facilidad, sin duda los frascos también venían desde el mismo
lugar, si,
algunos nobles pagarían muy bien por algo tan exótico
- Anda, pruébalo
- ¿De verdad puedo? Seguramente esto vale bastante
- ¡Pero si tenemos la carreta llena! además estamos
celebrando tu libertad y nuestra llegada, podemos permitirnos estas cosas al
menos por una noche
Josef probo la carne, el sabor era… era… único
- Realmente esta bueno –dijo mientras se lo pasaba a
Demian, quien se lo pidió extendiendo la mano, cuando lo tuvo
vació el
contenido en una cacerola de metal que puso sobre el fogón
- Dinos Josef –comenzó Kelmar- ¿Qué harás
cuando
regreses a la ciudad?
- Estuve varios meses entre las criaturas y supongo
que mi esposa ya se ha vuelto a casar, no la culpo, después de todo mi
madre
también perdió a su primer esposo en la Grieta, supongo que me
toca ir a
reclamar lo que pueda entre mis antiguas posesiones, si es que queda algo que
no se hayan llevado mis herederos y mis acreedores
- ¿Entonces tienes mas familia
además de tu esposa?
- Un par de primos que esperaban mi muerte hace
tiempo, y pensándolo mejor a estas alturas ya deben
haber vendido mi casa y gastado el dinero
- O sea que quizás ya no hay nada para ti en esa
ciudad –le dijo Kelmar- me parece que lo estas llevando bastante bien
- ¿Esperaban otra cosa? Estuve seis meses atrapado
con las criaturas, esto para mi es el paraíso, por cierto ¿puedo
ir con
ustedes? No me importa que hagan o adonde vayan, tampoco me importa si es
arriesgado, me salvaron y tienen mi gratitud
Kelmar volvió a mirar a Demian con ese aire suspicaz,
pero él le hizo un gesto con la mano
- ¿Estas seguro? ¿Confias en el?–pregunto Kelmar en voz
alta
- No, pero de verdad creo que no le importa lo que hagamos
- Ven
con nosotros Josef, tenemos algo que mostrarte
Josef
se quedo pasmado, la carreta tenia una gran cantidad de conservas tal y como le
habían dicho, pero en medio de ellas había una caja llena de
paquetes envueltos
en tela y cuidadosamente atados… paquetes de droga
- Ustedes son… ¿narcotraficantes?
- Si Josef –respondió Demian- nadie cruza una Grieta
para llevar verduras
Los
conocimientos de Josef estaban atrasados por seis meses, pero aun asi fueron
bastante útiles, sus amigos se alegraron bastante al verlo y le
ofrecieron un
lugar en sus propios negocios, Demian sabia que eligió bien al hacerlo
participe de la carga ya que de inmediato les encontró una bodega
discreta en la
cual
guardarlo todo hasta que tuvieran a un buen contacto
- ¿En que piensas cariño?
- Solo divagaba Amy
- Pues divaga conmigo querido- Amidia recorrió la
cama hasta llegar bajo su cadera y empezó a lamer, la tarde había
acabado y
Demian fue de inmediato a un lugar que apenas había frecuentado, pero
había
encontrado a la mujer en muchas ocasiones y había disfrutado de sus
servicios,
así que cuando la volvía a ver ella siempre le dejaba alguna
indicación de su
itinerario, nada como una cara conocida en un lugar extraño
- Dicen que el tiempo las hace mejores con la boca, y
por la cara de Demian definitivamente es cierto –les dijo una voz desde la
puerta, la recién entrada era una muchacha de unos catorce años,
de figura
delgada en pleno desarrollo y vestida con una blusa ceñida, una falda
corta y
una túnica de sobretodo ocultando su provocador aspecto, Demian
recordaba
haberla visto en muchas otras ocasiones mientras crecía, incluso
había ayudado
a mantenerla cuando nació y Amidia no podía trabajar, era pues,
casi una
sobrina, una que había crecido y seguía los pasos de su madre
- Hola Lily –saludo Demian- ¿y que hay de ti?
¿empiezas a tener suficiente experiencia?
- Algo hay de eso –respondió Lilieria moviendo las
caderas con coquetería- mama solo me deja trabajar con clientes amables
así que
no se mucho del sexo rudo ¿te gustaría enseñarme algo?
Demian trato de responder con algo divertido e
insinuante, pero Amidia lo hizo venir y solo soltó un gemido
- No seas impaciente hija, la noche recién empieza y
hoy aprenderás varias cosas ¿no es así Demian?
- Lo que sea por las futuras generaciones
- Vamos hija, acércate, Demian es mi mejor cliente,
el mas resistente y por mucho, hay suficiente para las dos
Lilieria se arrodillo
junto a su madre y esta le mostró algunos trucos personales con la
lengua
acompañada de sus senos, la suavidad de sus cuerpos resultaba deliciosa
tras un
arduo viaje, como la mayoría de las jovencitas Lilieria sentía
fascinación por
los aventureros exóticos, las oscuras marcas en el cuerpo del hombre le
resultaban en otro atractivo, Demian estaba bastante satisfecho y
pensándolo un
poco llego a la conclusión de que su madre había sido parecida,
muy a su manera
pero había sido una gran puta, no es de extrañar que con esa
mujer y su hija se
sintiera como en casa
Las
calles de Arahal tenían fama de peligrosas, pero a Riemman eso le
traía sin
cuidado, después de todo si vas tras alguien inmundo tienes que buscar
en el
fango. La ciudad hervía de gente y la constante actividad mágica
dificultaba la
búsqueda, pero en los barrios bajos el bullicio se incrementaba de forma
sofocante, Riemman dejo que el soplo de magia abandonara su cuerpo y su ojo
derecho se quedo frío, sin vida, el paliacate que llevaba a modo de
parche
ocultaba los símbolos que de otro modo llamarían la
atención pues a diferencia
de otros Soldados Divinos Reimman no usaba una mascara
Un
cosquilleo le atravesó la espalda, la sensación se movió
hacia el costado
derecho, el
Greshkal se ponía ansioso, el traidor estaba cerca, Reimman doblo en la siguiente calle y el simbiote se agitó, a través de su ojo le llegaron imágenes, una cama de sabanas azules, cortinas de distintos colores, una ventana cerca de un farol, Riemman no tuvo dificultad en distinguir dos de esas señas en una casa, de un salto subió los dos metros del farol y apoyándose en él entró por la ventana
Greshkal se ponía ansioso, el traidor estaba cerca, Reimman doblo en la siguiente calle y el simbiote se agitó, a través de su ojo le llegaron imágenes, una cama de sabanas azules, cortinas de distintos colores, una ventana cerca de un farol, Riemman no tuvo dificultad en distinguir dos de esas señas en una casa, de un salto subió los dos metros del farol y apoyándose en él entró por la ventana
En la
habitación un hombre luchaba por resistirse, cuando Riemman llegó
el sujeto
reunió toda la fuerza que pudo para lograr un flujo de magia, pero el
simbiote
en su propio cuerpo detuvo su intento, castigándole en cambio con un
gran
dolor, el hombre trato de gritar pero ni siquiera tenia control de su garganta,
mientras se retorcía Riemman lo tomo por el cuello y lo alzo a la altura
de su
rostro, quitándose el pañuelo dejo al descubierto su ojo el cual
despedía un
brillo azul, el flujo de magia fue fácilmente controlado por el Ojo de
Piedra,
cosa que el traidor ya no podía hacer sin el apoyo del Greshkal pero que
desesperadamente seguía intentando
Para un
observador normal el hombre tenia un aspecto corriente pero la magia de Riemman
comenzó a deteriorar la mascara, las facciones del sujeto se agrietaron
y
desaparecieron como una capa de polvo dejando al descubierto su propio ojo
pétreo y los mismos tatuajes alrededor de la cuenca, además de
una complicada
serie de líneas rodeando el otro, cuando las vio Riemman sintió
que el
desprecio por el traidor se incrementaba, acerco la mano y le arranco ambos
ojos, se guardo el de piedra como prueba y tiro el otro
-
¿Donde están los demás? –pregunto con una voz suave y bien
modulada, nadie
habría asociado esa voz con la de un asesino de sangre perfectamente
fría
El
hombre sentía las cuencas ardiendo, curiosamente también
sentía dolor en los
ojos que ya no tenia, también sentía miedo, terror,
pero no podía traicionar a sus compañeros, no
cuando uno de ellos era su hermano
- No lo
se- respondió con voz débil
Riemman
podría haberlo golpeado, podría causarle un enorme dolor para
obligarlo a
confesar, pero tenía un método más efectivo para hacer
hablar a los traidores
Concentrándose en su ojo reunió un flujo de magia
proveniente de arriba, de los mismos dioses, el simbiote en su cuerpo se agito,
esperando lo que venia, la magia lleno todo su cuerpo y el Greshkal se
nutrió
de ella; así como un Soldado podía incrementar su propia
percepción al llenarse
de poder los Greshkal incrementaban su influencia hasta sus hermanos, de pronto
Riemman fue consciente del otro simbiote, y a través de el
comenzó a mover su
voluntad, empujando lentamente al traidor, el hombre se resistía,
luchando
desesperadamente por mantener el escaso control que le quedaba, pero la
poderosa voluntad de Riemman aplasto su ser y lentamente se sobrepuso, el deseo
de hacerlo hablar fue mucho mayor al deseo de permanecer callado
- E-el… tem-plo… de… Ioros
Riemman concentro magia a gran velocidad en su mano
rodeando la palma como una sierra y lo decapito en el acto
Para llegar al templo aun tendría que cabalgar
durante tres semanas, y lo habría hecho de buena gana, con
devoción y
disciplina como se le había inculcado, todo lo que fuera necesario para
eliminar a los traidores, pero esa noche comenzó a soñar, una voz
le hablaba,
aleccionándole sobre una nueva misión, Riemman entrego la
información obtenida
y a la mañana siguiente comenzó el viaje, la cacería por
la mas grande de todas
las presas, en algún lugar al sur, el hijo bastardo de un dios
había atravesado
la Franja de Hierro y se había internado en una Grieta
La
primera luna estaba llena y la segunda, Ioros se movía brillante a
través del
cielo, el fuego en su superficie se expandía hacia el este formando una
aguja,
en conjunto las dos lunas bañaban la noche con un tono rojizo que se
reflejaba
con intensidad en las escamas del dragón, perfilando su enorme silueta
contra
el cielo estrellado, el cuerpo escamoso tenia algo de lustre pero la larguisima
crin que recorría su espalda era solo pelo opaco y gris, las poderosas
patas
tenían protuberancias similares a las de los cuerpos malformados, con
los
huesos extrañamente salidos y músculos innecesariamente grandes,
cuando el
dragón alzo la cola la luz de las lunas ilumino dos pequeñas
patas atrofiadas y
resecas que nunca pudieron ser usadas, la cabeza del monstruo resultaba
extrañamente pequeña en comparación con su cuello ancho
marcado por una enorme
cicatriz que de un lado tenia extrañas protuberancias similares a granos
muy
grandes, aun en ese cuerpo, Evan miraba consternado como la horrible bestia
devoraba a sus hombres, la pequeña y deformada boca se abría y
cerraba dejando
ver esos dientes gastados que solo en ocasiones cortaban la carne, pero en las
mas aplastaban los cuerpos una y otra vez mientras aun seguían vivos,
una
figura humana se lanzo contra la bestia lanzando un grito de “¡Por el
rey!”
pero la dura piel del dragón apenas resintió el daño de su
espada, respondiendo
al ataque el dragón aplastó al humano con su enorme garra
cubierta de musgo y
tierra, después trató de comerlo, pero las protuberancias del
casco le
lastimaban la boca, así que sin pensárselo mucho arranco la
cabeza y la arrojo
lejos como si fuera un trozo de hueso
Evan reprimió un grito
cuando los ojos muertos de Bost se quedaron fijos frente a el, la quijada cayo
lentamente y Evan creyó que le reclamaría el haberlos llevado a
su muerte
Una
mano tiro de su capa
- Debemos irnos mi señor –le dijo en voz baja Robert,
su hechicero personal- si nos quedamos aquí el dragón acabara por
encontrarnos…
eso o alguna otra abominación de la Grieta
Evan no respondió, pues estaba absorto y horrorizado
viendo como el dragón mordisqueaba el cuerpo de su maestro, al no poder
comerlo
con la armadura puesta el cuello del monstruo se abrió dejando ver otra
boca,
la verdadera boca que estando cerrada aparentaba una cicatriz en el cuello, una
boca mucho mas grande que la exterior, el monstruo empujo el cuerpo y se lo
trago entero
Un grito de horror salio de entre la maleza y el
dragón lanzo una bocanada de fuego por la que parecía ser la boca
pequeña, las
llamas azules, verdes y rojas quemaron la hierba en un torbellino de algo que
solo sabían llamar fuego y Pover, el otro mago real quedo expuesto, aun
se
defendía con una burbuja de energía pero Evan sabia que detener
una cantidad de
fuego tan grande requería mucha magia, y usar magia siempre desgastaba
los
cuerpos, Pover también lo sabia, así que reunió toda la
magia que era capaz de
controlar dispuesto a venderse caro y mientras su cuerpo se desintegraba
la lanzo contra el rostro del dragón, el brillo del combate ilumino la
expresión angustiada de Evan, cuando la oscuridad volvió Pover
había desaparecido
y solo quedaba un montón de ropa quemada y metal de su armadura, pero el
dragón
había sido cegado
Evan se atrevió a sentir esperanza, con el apoyo de
Robert y su magia aun podían vencer a un dragón ciego, pero lejos
de
inquietarse o comenzar un ataque frenético como esperaba la bestia solo
se
quedo quieta, la pequeña cabeza giro de un lado a otro
asegurándose de estar
realmente ciega, el dragón comenzó a emitir un suave rugido, la
boca grande se
abrió y las protuberancias junto a ella también se abrieron
escrutando los
alrededores, se trataba de cinco ojos a cada lado del cuello, los verdaderos
ojos de la bestia
Evan sintió que las fuerzas lo abandonaban ¡la
criatura era invencible! Lentamente dejo que Robert lo llevara lejos mientras
el dragón devoraba a sus hombres
Entrar
había sido relativamente fácil pues entonces contaba con cuarenta
de sus
mejores hombres y cuatro magos reales, pero ahora Evan solo contaba con Robert
y Feraldez, otro de sus soldados que había logrado escapar, tres
personas
tenían poco que hacer contra los seres de una Grieta así que
avanzaban
despacio, cerciorándose de no atraer la atención de nada, pero
tanto de día
como de noche tenían la sensación de que algo los vigilaba, las
extrañas formas
de los árboles les inspiraban desconfianza y les recordaban aquellas
historias
que sus madres les contaban para hacerlos dormir, historias sobre plantas
enormes que usaban sus ramas como colmillos y hormigas que salían de la
tierra
para devorar ejércitos enteros, acampaban al amanecer y en el crepusculo
cuando
los seres diurnos estaban por dormir y los nocturnos apenas depertaban, y
viceversa, ya llevaban una semana andando pero apenas habían hecho la
cuarta
parte del camino, Evan bebió de su cantimplora, al agua se deslizo
despacio por
su garganta “agua del Muro para la realeza” había dicho hace un
año cuando
subió al trono, desde entonces había estado exigiendo
extravagancias destinadas
a satisfacer sus caprichos, bebía en copas de cristal cortado y siempre
de un
color diferente, comía manjares traídos de las tierras mas
exóticas y lejanas
que fuera posible, también había ordenado hacer un trono enorme
para poner de
manifiesto su grandeza ¡agua del Muro! ¡como si eso sirviera de
algo! Y hacia
un mes que había hecho su mas estúpido decreto, él, Evan
de Doser, magnifico
rey de Valiana cazaría un dragón, si, él, el magnifico, el
grande, él cazaría
un dragón
Las
advertencias de sus maestros debieron persuadirlo, pero en su arrogancia
creyó
que seria fácil, cuarenta de sus mejores hombres, una guardia personal
reforzada por tres de los magos reales a los que se unió Pover deseando
cumplir
el juramento hecho a los padres de Evan, él lo acepto con indiferencia,
pensando que tenia poder suficiente para acabar con lo que fuera y desde el
momento
de partir se veía a si mismo retornando glorioso, con la piel del
dragón lista
para adornar su trono, y quizás hasta para hacerse una armadura
Pero
que estúpido había sido
En la primera semana llegaron a la grieta y por
primera vez Evan sintió miedo, a medida que avanzaba se deba cuenta que
esos no
eran sus dominios, los seres de ahí no lo respetaban, no procuraban su
bienestar, solo se tenían a si mismos y no harían nada por nadie,
ni siquiera
por un rey
En algún momento albergo la esperanza de que ellos,
las… criaturas podrían servir como fuerza extra, pero en una
ocasión se
encontraron con una manada, una pequeña, alrededor de veinte de ellos,
su
estupidez y salvajismo le hizo ver que no sentían interés por
nada que pudiera
darles, ni honores ni riqueza, las criaturas solo buscaban comida y la
encontraron en ellos, vencerlos fue relativamente fácil, o eso
creyó hasta que
vio como se quedaban atrás los cuerpos de cinco de sus hombres, cinco y
aun no
encontraban ningún dragón
Fue a mitad de la tercera semana cuando se
encontraron con otras personas, al amanecer vieron a lo lejos una manada
acercándose a beber al río, Evan decidió que los
tomarían por sorpresa y
acabarían con ellos, Bost le recomendó que no lo hiciera, pero
él los contó,
apenas diez, no serian gran problema, así que cargaron contra ellos, las
criaturas gritaron al ser asesinadas y unas de ellas alcanzaron a lanzar un
extraño grito, un “Ahhahahahaaha” alargado y profundo
Y la maleza comenzó a moverse
Las criaturas salieron de todos lados, Evan logro
distinguir algo extraño, algunas de ellas traían retazos de ropa
de un solo
color y se mantenían juntas, parecía que fueran un clan o algo
así, las
criaturas se lanzaron contra ellos, sobrepasados en mas de diez a uno el joven
rey y sus hombres comenzaron a huir siguiendo el río para que no los
rodearan
por ambos francos, corrieron y corrieron pero las criaturas no cargaban
armadura ni provisiones y les iban ganando terreno, finalmente encontraron el
camino que atravesaba la grieta en dirección a Kentsys, la ciudad-estado
localizada al sur de Valiana, corrieron mas rápido agradeciendo el tramo
de
terreno llano y se ocultaron en la maleza, tras avanzar hasta lo mas espeso
decidieron preparase para recibir la embestida, los superaban en numero `pero
desde esa posición las criaturas serian retrasadas por las hierbas y
podrían
tomarlos por sorpresa, así que esperaron, y esperaron, y esperaron
Un resplandor levemente azulado alcanzo a
distinguirse sobre los árboles, pero fue demasiado rápido,
quizás Evan estaba
imaginando cosas, al cabo de un rato decidieron salir e investigar, lo que
vieron fue sorprendente, los cuerpos de las criaturas aparecían
desperdigados
justo al lado del camino, tenían cortes profundos en todo el cuerpo,
como si
hubieran sido atrapados por una lluvia de lanzas, los hombres de Evan estaban
estupefactos ¿Qué podía haber hecho tal cosa? El sonido de
unas ruedas los saco
de sus reflexiones, la carreta avanzaba despacio aunque traía seis
caballos
para tirar de ella, un hombre barbudo la conducía y otro hacia guardia
desde el
techo, las anchas ruedas dobles de metal tenían pequeños picos y
la estructura
también tenia metal reforzándola por todos lados, además
por la anchura de la
base se deducía que habia sido hecha para mantenerse estable aun a todo
galope,
el hombre del techo le dijo algo al otro y ambos miraron al lado del camino
donde Evan y los suyos acababan de salir
No tardaron casi nada en estar junto a ellos, el
hombre barbudo los miraba desconfiado, pero el hombre del techo bajo a
saludarlos buscando de inmediato a la persona mejor vestida para dirigirse a
ella
- Es bueno ver gente civilizada por estos lugares su
señoría –dijo mientras se inclinaba
Al principio Evan pensó que sus ropas negras tenían
un color firme y en cierto modo elegante, al verlo de cerca pudo notar que en
realidad estaban hechos de una tela basta y resistente, el tono uniforme se
debía a las manchas de hollín que cubrían por completo sus
prendas, bajo el
cuello de la capa alcanzo a notar unas marcas negras, probablemente de alguna
quemadura o quizás un tatuaje, cuando el hombre se levanto Evan
notó una marca
similar en su mano izquierda
- Lo mismo digo buen hombre ¿habéis visto que causo
esta… matanza?
- No su señoría –dijo el hombre en un ligero gesto de
sorpresa, Evan detecto de inmediato que el sujeto estaba realmente sorprendido
de que él y sus soldados no fueran los responsables, pero su autocontrol
disminuyó la expresión hasta un mínimo apenas perceptible
–Kelmar y yo pensamos
que habían sido usted y sus hombres
- Nosotros estábamos en la maleza esperando la carga
–dijo Evan tratando de pasar por alto que estaban huyendo –pero las criaturas
nunca llegaron a nosotros, así que tras ver un extraño brillo
azul
salimos a ver que
sucedía y nos encontramos con esto
- ¿Azul dice, su señoría? Si, yo también lo
vi desde
el recodo del camino, si no fue usted tal vez fue un monstruo de la grieta, uno
nunca sabe que puede encontrar aquí
- Eso es cierto buen hombre y por eso no puedo evitar
preguntarme que están haciendo ustedes por aquí
- ¿Nosotros señoría? Somos comerciantes
–respondió
señalando al horizonte- venimos de la Franja y llevamos mercancía
para Kentsys
- Debe ser algo valioso para que se arriesguen a
cruzar la Grieta ¿Puedo saber que llevan en la carreta? Si es algo
útil tal vez
piense en comprarles algo
- Llevamos alimentos muy exóticos su señoría
- ¿Alimentos? ¿Cruzan la grieta para llevar comida?
No creo que en Kentsys les paguen mucho por eso
- No ahí su señoría, solo nos quedaremos un par de
días para ver si encontramos algo que complemente la carga, pero
después
partiremos hacia Valiana, no me lo creerá señoría, pero
dicen que el rey paga
enormes cantidades de oro por alimentos exóticos, ahí si podremos
sacar una
buena ganancia
- Ya veo, pero si iban a cruzar la grieta quizás
debieron traer mas carga
- Eso hicimos su señoría –respondió el hombre con
una
nota de pesar en la voz- salimos con dos carretas, Kelmar conducía una y
yo la
otra pero una manada nos ataco hace unos días, logramos salir vivos
soltando la
carga de la otra carreta y después la carreta completa y los pobres
caballos, pero cuando
lleguemos a
Valiana recuperaremos lo perdido, creo que subestimamos a la grieta
señoría,
siempre debe haber alguien vigilando, y siempre debemos movernos, pero gracias
a los dioses no ha muerto ninguno de los dos
Evan
sintió una punzada de remordimiento, el hombre arriesgaba su vida porque
un rey
caprichoso quería comidas exóticas, por primera vez pensó
que alguien podía
perderlo todo si el no salía con vida de la Grieta «Eso es
estúpido, aun tengo
treinta y cinco hombres y cuatro magos»
- Y si
no es mucha pregunta señoría ¿puedo saber que hace un
noble señor en la Grieta?
- He venido a cazar un dragón –le respondió
orgulloso, el hombre abrió los ojos realmente impresionado
- Entonces deben estar buscando al que vive en ese
monte –dijo mientras señalaba una saliente fácilmente
distinguible entre las
plantas- un viajero que conocí en la Franja me dijo que los dragones
viven
donde hay túneles que llegan hasta muy hondo en la tierra ¿es ese
al que buscan
señoría?
- Si, es ese –respondió Evan algo molesto porque un
simple comerciante le dijera algo tan necesario y que el ni siquiera se habia
molestado en averiguar, mentalmente calculo la distancia a la base del monte
–en cinco días tendré su cabeza
- Seguro que si señoría, los grandes señores
siempre
pueden hacer grandes cosas
- Continua con tu camino buen hombre, cuando llegues
a Valiana busca la posada Los pies de oro y ahí encontraras algún
un pinche de
cocina, dile que te lleve con el chef real y así podrás venderle
tus productos
al rey
- Muchas gracias señoría –le dijo el hombre con una
sonrisa satisfecha y agradecida- así lo haré
Cuando el hombre se alejaba Evan se dio cuenta de que
no habia preguntado su nombre, aunque tampoco habia dado el suyo, cuando la
carreta se alejaba lentamente por el camino alcanzo a notar algo muy curioso,
lo que habia matado a las criaturas lo hizo después de que salieran del
camino,
como si no quisiera estorbar a los viajeros
Y
después vino la catástrofe, llegaron a la entrada de los
túneles, Evan le lanzo
un desafió al dragón y los magos hicieron temblar las paredes de
la cueva,
esperaban que saliera y que los guerreros lo contendrían mientras los
magos lo
mataban, al final quedaría exhausto y el rey podría cortar su
cabeza
Pero estaban en la Grieta
Un grupo de Fenrer apareció, no mas de una docena
pero inesperados y bastante temibles, cuando la Grieta se abrió hacia
tres
siglos las personas se vieron sobrepasadas por el abrumador poder que salia del
suelo, la desesperacion y, el panico y el peligro avivaron sus instintos y se
transformaron en Criaturas, pero los demás seres
vivos
también resintieron los cambios, los fenrer se formaron a partir de los
perros
y lobos, al principio se hicieron enormes, y en altura llegaban al pecho de una
persona,
pero cuando nacieron los primeros cachorros ya no nacían camadas
numerosas,
solo una o dos criaturas hechas con los cuerpos de todos los perros en el
vientre, los fenrer tenían patas gruesas y bajo la piel se notaban los,
huesos
de varias patas, las costillas y el espinazo de varios perros se amontonaban
formando una poderosa coraza, en el cuello y también en el principio de
la
espalda salían cabezas que ladraban y mordían en todas
direcciones, por lo
general solo una cabeza tenia el control del cuerpo la mayoría de las
otras
estaba ciega y sorda y solo mordían porque estaban excitados, para
matarlos
habia que encontrar esa cabeza pero resultaba imposible así que los
soldados
cortaban a diestra y siniestra hasta que al fin caían, el líder
de la manada
era negro, enorme y tenia cinco cabezas llenas de cicatrices obtenidas al
defender su posición, se abalanzo sobre uno de los magos y este lo ataco
con un
rayo, pero todas las criaturas de las Grietas presentaban una enorme
resistencia a la magia, el ataque le destrozo dos cabezas pero con las
restantes el fenrer destrozo el cuerpo del mago
Entonces apareció el dragón
Los fenrer salieron huyendo llevando en sus bocas lo
que habían podido tomar, el líder sostenía con sus cabezas
todo un cuerpo
completo, el dragón rugió y los hombres se estremecieron;
habían perdido a diez
de ellos en la lucha, el resto estaban algo cansados y con los corazones
latiendo rápidamente por las continuas y desagradables sorpresas, sin
darles
tiempo de nada el dragón embistió aplastando a varios de ellos a
su paso
- ¡Retirada hombres! ¡retirada! ¡protejan al rey!
Al oír los gritos de Bost los hombres se agruparon
alrededor de Evan, con los magos al centro, el dragón los miro y
abrió
ligeramente la boca, Evan pensó que lanzaría fuego pero al ver
como se agachaba
y atacaba a los hombres uno por uno llego a una conclusión terrible
«Quiere comernos, no quemarnos» «es mas inteligente
de lo que creímos»
La tarde ya acababa y con el apoyo de los magos
lograron resistir hasta la noche, para sorpresa de Evan el dragón era
mas
fuerte de lo esperado, mucho mas, los magos reales que se supone deberian
agobiarlo hasta morir solo servían para
defenderlos del extraño fuego que les comenzó a lanzar una vez
visto que no
podría matarlos unicamente con dentelladas, pero para defenderse
necesitaban
la
acción conjunta de los tres, aun así eso que llamaban fuego
atravesaba los
escudos y causaba mas y mas daño en sus hombres sin dañar tela
ni metal, solo
carne
Evan estaba desesperado, sabia que él era el causante
de todo, él los habia llevado a morir por su estúpida vanidad y
habia decidido
seguir aun cuando resulto evidente que sus fuerzas no serian suficientes para
la Grieta sola, menos para un dragón, así que en un movimiento
impulsivo salio
del escudo tratando de llegar a su espalda y herirlo, este lo echo a volar con
un coletazo y Bost y los magos reales se precipitaron en su ayuda, el
dragón
volteo de inmediato y aplasto a otro mago antes de que tuviera ocasión
de hacer
algo, después se lanzo contra los soldados y coleteo y rodó
salvajemente para
aturdirlos, cuando cayeron comenzó a matarlos uno por uno, no los
devoraba,
solo los mataba para asegurarse que estarían ahí y podría
comerlos luego,
Robert se habia encaminado hacia su rey, quien miraba inmóvil como Bost
caía
frente a la bestia
El
horizonte estaba difuso, arriba las nubes se movían en todas direcciones
bajo
el cielo blanco y resplandeciente, no, no eran nubes sino algo mas, algo vivo,
por todas partes andaban seres imponentes y hermosos despidiendo un brillo
particular a través de sus cuerpos con brazos, patas, alas, pinzas y una
infinita variedad de formas, algunos tenían ojos que les
permitían ver lo que
sucedía mas allá del horizonte, otros movían el cielo o
las tierra en eternos e
inexorables ciclos fomando parte de ellos, cada uno andaba siguiendo un
objetivo, un rastro, un deseo, pero los mas imponentes y poderosos
permanecían
inmóviles, completamente ajenos al mundo, esperando las alabanzas de las
que
eran dignos y recibiendo a sus seguidores en su seno
Scycel permanecía ahí,
expectante, la inquietud no lo dejaba tranquilo y le decía que algo
estaba por
suceder, en la inmensidad del mundo los dioses proveían de poder a sus
seguidores, pero él solo percibía una corriente, la fuerza del
viento soplando
hacia los confines del mundo, muy a lo lejos se movía una fuerza similar
en el
punto de confluencia, lo que llamaban Grietas, en algún lugar el soplo
del
viento se movió con la ayuda de un Greshkal y enfilo el curso hacia la
fuerza,
algo estaba por suceder
Lentamente Scycel volvió
al mundo físico, su Ojo de Piedra palpitaba con un brillo azul, a
diferencia de
los otros él no tenia ninguna marca alrededor, no la necesitaba, su
señor
conocía su absoluta fidelidad y la ausencia de runas era la prueba de su
confianza
Otro
Soldado se movía hacia el sur, las cosas podían cambiar
drásticamente y él
debía estar ahí para actuar, volteo para ver el lugar, se
encontraba en la cima
de la montaña desde la que podía ver todo en cientos de
kilómetros a la
redonda, el ojo brillo por debajo de su Mascara y él recibió la
energia
directamente ya que sin un Greshkal su señor le proveía de poder
sin ningún
intermediario, henchido de magia saltó desde la punta de la
montaña y avanzo a
una velocidad extraordinaria atravesando bosques y caminos en cuestión
de
minutos, en tan solo unas horas llego hasta el Muro de Agua y decidió
que antes
debía obtener algo de información, no podía entrar
directamente y alcanzar al
otro Soldado sin mas, quizás lo mejor seria llegar a un lugar cercano y
asumir
una nueva Mascara hasta recibir instrucciones
Y el
reino de Valiana serviría bien
===========================
Pasó
todo un mes antes de que lograran salir de la Grieta, Evan estaba hambriento y
demacrado, caminaba apoyandose en un baston improvisado con una rama llena de
nudos y tambien con enormes espinas pues habia perdido la espada al clavarsela
a un bicho y necesitaba algo para protegerse, usando su cuchillo habia
desbastado un extremo para apoyar en el sus manos y habia limpiado parte del
centro para tomarlo como un garrote, detrás de él venia Feraldez
quien aun
conservaba las armas y la cota de malla, en otro tiempo Evan hubiera exigido su
espada y la proteccion metalica pero estaba claro que el soldado le daba un
mejor uso que él. Al final venia Robert, mas cansado que ellos, su pelo
se
habia vuelto gris y enormes arruguas marcaban su cara, eñ constante uso
de
magia lo habia desgastado hasta dejarlo irreconocible e incluso su cetro se
habia roto, todos tenian las ropas desechas y llenas de barro, esa noche
acamparon al anochecer cobijandose bajo un arbol, agradecidos de no tener que
vigilar al menor sonido ni preguntarse si despertarian
El sol perfilaba las montañas en una suave linea
anaranjada, las nubes se aclaraban desde al rojo al rosa y después al
azul a
medida que amanecia, Robert ya estaba en pie y Feraldez se levanto poco
después, para cuando Evan se les unio el sol ya habia salido por
completo, al
levantarse se dio cuenta de que no habia visto el sol perfilando las
montañas,
sino un monton de rocas que estaban frente a él, se pusieron en marcha
sin
desayunar pues ya no tenian provisiones, tampoco tenian que cargar tiendas ni
mantas
porque las habian perdido en la Grieta
-Mi señor-le dijo Robert mientras hacia un saco con
lo que quedaba de su capa- seria buena idea que se quite las alhajas, nadie
pensara que es un rey con esas ropas
-¡Mis joyas reales! –dijo Evan sobresaltado, podian
estar en medio de la nada, podian estar sucios, hambrientos y con la sangre
seca tiñendo sus ropas, podian estar asi y podrian estar peor
¡pero él era el
rey! ¡lo era y lo seguia siendo! –¡estas joyas se quedan en mi
cuello! –dijo
jalando su gargantilla –si hace falta vendrlas lo hare, ¡pero hasta
entonces
son propiedad del rey y ahí se quedan!
-Como usted diga mi señor –respondio Robert con
humildad- solo digo que si alguien nos ve podria acusarnos de robar y, aunque
no lo digan abiertamente las personas que encontremos nos mirarán con
desconfianza
-Voto a lo mismo su majestad –dijo Feraldez - usted
mismo se pondria a desconfiar de alguien con su presente aspecto y cargado de
joyas
Los argumentos eran muy validos… aun asi
-Lo considerare mas tarde, ahora en marcha
Comenzaron
a caminar en direccion oeste, buscando el puesto fronterizo de Marel, o al
menos el camino que lo conectaba con la capital, a esas alturas Evan ya no
sentia la necesidad de apresurarlos ni ordenarles nada, ellos sabian
perfectamente
que se debia hacer y solo lo hacian participe de los beneficios (conseguir
comida por ejemplo) la caminata ya habia durado cerca de una hora pero al menos
ya no tenian que apartar ramas a cada paso ni observar detrás de cada
arbusto,
solo habia que seguir el camino hasta el punto en el que los cuidadores se
habian quedado con los caballos, pero el camino era igual en todas partes, una
enorme franja de tierra semiapisonada rodeada de arbustos y trozos de pasto,
con el pico de Marel alzandose a lo lejos, tan lejos que parecia no aumentar de
tamaño, la repeticion del paisaje sumio a Evan en un sopor monotono,
solo
escuchaba el ruido de sus pasos pero ya no sentia los pies, ni el cuarpo, solo
avanzaba sin sentido, solo seguia a los otros dos, y en medio del sopor se
desvanecio
Desperto
en su cama, un paje le habia llevado el desayuno y esperaba de pie junto a la
puerta, Evan comenzo a comer sin prestarle mucha atencion, despues se levanto y
el paje se acerco llevando su ropa, Evan extendio los brazos y el paje le
coloco su chaqueta, despues le alcanzo los pantalones (que si se puso por su
cuenta) y le puso el manto real, Evan se ciño las ropas y se coloco sus
joyas,
un par de pendientes, una serie de anillos, dos de brazaletes y un aro de
alrededor de la frente, todo de plata como señal de su grado como
principe y
adornado con rubies como prueba de su derecho sanguineo
- ¿Cómo amanecio mi padre? – le pregunto a su paje
mientras avanzaba por el corredor
- El medico dice que ya esta estable pero el mago Pover
no se despega de su lecho
Evan cruzo el camino hacia las habitaciones de sus
padres provocando multiples reverencias por parte de la servidumbre, los
guardias frente a las puertas se enderezaron y chocaron sus armas contra el
suelo anunciando su presencia, cuando entro saludo a su madre con un beso en la
mejilla pero por recomendación del medico no se acerco demasiado a su
padre
El rey estaba postrado en su lecho, la gran cama
resultaba enorme y lo empequeñecia, profundas arrugas suracban su rostro
y habian
ido aumentando desde que empezo la enfermedad, las venas se marcaban bajo la
piel con un reflejo azulado, casi fosforecente y no respondia, no hablaba, no
se movia
- ¿Como te encuentras hoy?- dijo inclinandose sobre
la cama
- Se ve
bastante estable- contesto Pover recostado en la pared contraria- pero hay algo
que no acaba de gustarme
- Le he preguntado al rey, mago –replico molesto,
desde que Evan yenia memoria Pover siempre se habia portado con un aire de
suficiencia con el rey, como si tuviera derecho a hablarle de tu a tu y eso lo
exasperaba
- Tranquilizate cariño- le dijo su madre- sabes que
Pover solo quiere ayudar a tu padre, dime Pover- comnzo a preguntar, intentando
cambiar el rumbo de la conversacion- ¿qué es lo que no te gusta?
- Lo que no me gusta mi señora, es que el rey no ha
mejorado en tres meses, solo entra y sale de su delirio, a veces empeora y
luego se estabiliza, pero la enfermedad no parece ceder
- Eso
lo sabemos mago ¿no haras algo mas que explicar lo que todos sabemos?
- Entonces dire lo que nadie sabe pues lo he estado
especulando esta noche
- Explicate mago – le dijio Evan ansioso- ¿has
descubierto quien envenena a mi padre? ¡Anda mago habla!
- Es algo mas complicado que eso su majestad, es algo
que nunca habia visto pero que quizas pueda explicar
- ¿Es que acaso alguien lanzo un conjuro sobre mi
padre? ¿es eso mago?
- Vera su majestad –empezo Pover algo inquieto-
durante su juventud su padre hizo muchas cosas, viajo a muchos lugares, yo
mismo estuve con el en varios de esos viajes, y es por eso que creo… creo que
su majestad resiente el daño de un hechizo muy viejo
- El Agora – susurro la reina en un tono casi
unaudible
- ¿Qué has dicho madre?
- El Agora hijo, tu padre me hablo una vez sobre eso,
un hechizo de vida y muerte que le dejo una cicatriz sobre el pecho ¿es
eso
Pover? ¿mi esposo resiente el daño de esa cosa?
- Me
temo que si su majestad, siempre tuve mis dudas a si realmente lo habia hecho
ya que nunca pude comprobar si la cicatriz estaba ahí, pero ahora que
usted me
lo confirma el resultado sera inevitable, su majestad morira –dijo, mirando al
rey con tristeza, se le quebro la voz al decir- si no es que ya ha muerto
- ¡¿Cómo te atreves a insinuar eso mago?!- grito
Evan
agarrandolo del cuello- ¡Mi padre esta aquí en esta cama y aun
respira! ¡¿Cómo
te atreves a insinuar que ha muerto?!
Pover dejo que el muchacho lo agitara tratando de
obtener respuestas, la reina solo los miraba impasible, aun con un hijo tan
voluble y un marido moribundo seguia conservando la compostura «es una
gran
mujer» penso mientras la observaba, cuando el principe al fin lo dejo
decidio
continuar su explicacion
- El Agora es un rito antiguo y muy extraño, nunca lo
he visto pero conozco parte de la forma en que opera y a decir verdad es un
milagro
- ¡¿Milagro?! ¿cómo es un milagro que mi
padre este
muriendo?
- ¡Silencio Evan! –lo reprendio la reina con un
grito, ambos se quedaron paralizados al escucharla- ¡Yo soy la reina y no
permitire escandalos en mi presencia!- los dos se calmaron y Evan solto al
mago- continua con tu explicacion Pover
- Si su majestad –respondio mientras su admiracion
hacia ella se reafrimaba, le echo un istazo a su rey pensando en lo afortunado
que fue al encontrarla- cuando su majestad el rey era joven viajo por muchos
lugares, incluidas las estepas del norte, donde moran los salvajes, en una
ocasión caimos prisioneros en una tribu, poco despues el rey logro su
amistad y
nos liberaron, pero cuando estabamos por partir otra tribu nos ataco y mataron
a muchos guerreros, el rey se unio al grupo que vengaria a sus muertos, pero
estaba bastante herido, como ni yo ni los otros del grupo nos ofrecimos a
formar parte los nomadas lo aceptaron como representante de la sangre, porque
según sus leyes alguien solo puede ser vengado por un miembro de su
tribu, asi
que solo uno de nosotros podria ir tras los que mataron a cuatro de los
nuestros, pero el rey estaba herido, asi que los chamanes hicieron algo para
ponerlo en condiciones de combatir
- El Agora –rspondi la reina
- Ahora se que asi fue, pero nunca tuve ocasión de
comprobarlo, por lo que habia oido ese rito les daba vigor y fuerza a quienes
lo pasaban, pero mataba a los que fallaban
- Asi que por eso lo llamaban un rito de vida y
muerte
- Si mi principe, pero habia algo mas, durante otra
aventura el rey fue herido y lo examine, pero ya no era el mismo, no se como
decirlo, pero la vida en su cuerpo habia cambiado
- ¿En que manera Pover?
- Parecia… parecia que fuera mas de una persona
- ¿Qué has dicho mago? ¿insinuas que mi padre fue
poseido por un espiritu de los salvajes?
- ¡Silencio Evan! –dijo la reina volviendolos a
callar- Pover no ha terminado su explicacion, ¿qué mas tienes que
decir?
- Mi señora – volvio a empezar, esta vez mucho mas
nervioso- creo que su esposo recibio la fuerza vital de otro guerrero, creo que
eso lo curo y lo fortalecio, pero creo que esa fuerza lo ha abandonado, creo
que su cuerpo decae sin la vida que lo sostenia, creo mi señora, que su
majestad esta al menos, y a falta de otra expresion, medio muerto
La
noticia cayo sobre Evan y lo sacudio, su cuerpo se estremecio temblando de un
lado a otro
-
¡Reaccione majestad!- gritaba Robert- ya salimos de la grieta ¡no
puede
rendirse ahora!- el mago dejo de agitarlo y lo recosto contra el suelo y lo
cubrio con lo que quedaba del manto real, miro a su alrededor y diviso un arbol
a mas de doscientos metros – Feraldez, ayudame a llevarlo hacia alla
- Recuerdo algo sobre esta zona Robert-dijo mientras
señalaba en direccion opuesta – hay algunos arboles al norte, es casi un
kilometro pero el rio esta cerca
- Entonces vamos para alla
Entre ambos anudaron sus tunicas raidas y las usaron
para sujetar a su rey a sus espaldas, turnandose para llevarlo aunque Robert ya
estaba demasiado debil y solo podia con el en tramos muy cortos, finalmente
llegaron a la arboleda y lo dejaron sobre el pasto, agradeciendo la sombra,
Feraldez recogio las ropas que pudo llevarse asi como las cantimploras y partio
hacia el rio dejando al rey inconsciente y al mago desfallecido
Cuando Evan desperto lo primero que pudo ver fueron
unos pies acercandose, pies de soldado protegidos con espinilleras y gruesas
botas, se levanto del suelo y se recompuso, el rito de ascencion demandaba que
el aspirante pasara tres dias de ayuno encerrado en la Sala Vacia, donde no
habia muebles ni alfombras, todos sabian que estaba debil y cansado como para
que ademas sus hombres lo vieran en ese estado, nadie, pero absoluamente nadie
sabria que el principe se habia derrumbado y habia estado llorando la noche
previa a su coronacion
El ruido de metal contra madera precedio a la llamada
de la guardia
- Mi señor ¿se encuentra despierto?
Evan volteo hacia la puerta y los soldados se
pusieron en firmes, Bost le echo una rapida mirada a sus ojos pero se aparto de
inmediato al notarlos enrojecidos, el aire entro poniendole la carne de
gallina, hacia frio dentro del castillo y mas aun vestido solo con taparrabo y
sus joyas como dicataba la tradicion para un aspirante a la corona
- Que los dioses le sean propicios en este dia mi
señor
- Que asi sea – Evan asintio y les siguio mientras lo
escoltaban por los corredores hasta la sala de purificacion, las sandalias de
madera le resultaban algo toscas y ya tenia ampollas por estar usandolas tres
dias seguidos, pronto llegaron a los baños reales pero los pasaron de
largo
para entrar a la sala anexa
El lugar habia sido un lago sagrado usado en las
ceremonias antiguas, en tiempos de la fundacion del reino de Valiana, al ser
parte de los ritos de coronacion el castillo habia sido construido alrededor
para poder elegir nuevos reyes incluso estando sitiados (lo cual ocurrio
bastantes ocasiones) pero con el tiempo el lago acabo por secarse, entonces fue
forrado de marmol y convertido en una bañera enorme y redonda, con
grandes
escalones para facilitar la entrada y columnas gruesas del ancho de un hombre,
entre ellas los representantes de las familias nobles del reino parecian
estatuas opacadas por la media luz que entraba en el lugar, pero sus ropas
tenian finos encajes y bordados de oro, alli estaba Florian, el anciano lider
de la casa Amer cuya barba caia entrelazandose con una redecilla al igual que
su cabello, tambien estaba Anaissa de Geral, que lo miraba lasciva desde dentro
de ese vestido escotado, los encajes a los costados permitian ver parte de sus
piernas y se decia que en sus dominios usaba ropa aun mas provocativa, todo lo
contrario a Malina de Mater, cuyas ropas holgadas y obscuras solo dejaban ver
su rostro muy a medias debajo del velo, parecia mas una viuda que una joven
muy, muy recatada
Evan se quito las sandalias y bajo un escalon, sus
pies rozaron la piedra y reprimio una mueca al sentir una de sus ampollas
abriendose por el roce, alguien hizo un gesto entre los presentes y el lo busco
con la mirada, ahí estaba su tio Matt, en representacion de la casa
Doser ahora
que el iba a ascender al trono, volvio a repetir el gesto, un puño
alzandose
levemente, una señal de animo, pasando el siguiente pilar estaba Horacio
de Hertal, repitiendo el gesto de su tio, la presencia de ambos le dio mas
animo a
Evan, aunque aun se sentia muy nervioso, decidio dejar de mirar a los
dirigentes para no pensar en los juegos de conspiraciones que sus padres habian
tenido que librar con los padres de ellos o en algunos casos con ellos mismos,
asi que paso su atencion a los tres miembros que eran lo mas neutrales que pude
ser una faccion de poder
En efecto, por un lado estaba Doneto, Obispo de la
iglesia Ortodoxa y por el otro se habia presentado Morel, Cardenal de la
iglesia Fundamentalista, asi como un embajador de la cofradia de magos al que
solo se le llamaba Primer Maestre, Evan se sintio pequeño, aun no estaba
listo
para la corona ¡era demasiado pronto!
Aun asi dio un paso
- En los primeros dias –comenzo Bost- la casa Valian
llego desde muy al sur buscando fortuna, solo eran un grupo de aventureros con
sueños de oro, pero con gran habilidad pára las armas
Otro paso, el agua estaba fria
- Solo eran un grupo de aventureros con sueños de oro
–agrego el Obispo Ortodoxo- pero honraban a los dioses y se lanzaban a la
batalla con sus nombres en los labios
Otro paso, el agua le llego por debajo de las
rodillas
- Solo eran un grupo de aventureros con sueños de oro
–prosiguio el obispo Fundamentalista- pero sus corazones rebosaban de fe en el
mañana
Otro paso, el agua llegaba a los muslos
- Solo eran un grupo de aventureros con sueños de oro
– siguio entonces el embajador de la cofradia- pero su sangre era fuerte y
esperaba para despertar en el poder
Con el agua hasta la cintura Evan se quito el
taparrabos quedando completamente desnudo, el frio estaba a punto de hacerlo
tiritar frente a todos
- Solo eran un grupo de aventureros- comenzaron a
coro los representantes de todas las familias- pero eran nuestros ancestros,
eran aventureros pero fundaron un reino con dias de oro y canciones que se
elevan en voces de plata
Entonces le toco el turno a Evan, las palabras
pesaban en su boca, que se debatia entre cerrarse para no castañear con
el frio
y abrirse para pronunciar el discurso
- El reino de oro se sontiene en los hombros de sus
dirigentes, y yo, Evan de Doser me presento ante ustedes para reclamar la
corona
- ¿Con que derecho? – pregunto el coro
- Con mi derecho de sangre –dijo Evan, que levanto la
tiara de principe por encima de su cabeza- con el derecho de un principe que
toma el legado que han dejado sus padres
- Entonces renuncia a tus privilegios joven principe,
nadie puede ser rey ostentando otro titulo sobre su cabeza
Evan dejo caer la tiara, el brillo de la plata se apago
a medida que descendia en el agua, entonces se dio cuenta de que la habia
soltado juto frente a el y le iba a estorbar para seguir caminando, moviendo la
mano bajo el agua la tomo de nuevo y la hizo a un lado tan discretamente como
le fue posible, despues se saco todas las alhajas y las dejo caer
- ¡No soy principe ni soy nada!- dijo con voz firme-
¡solo soy un aventurero con sueños dorados!
- ¡Entonces avanza y toma lo que deseas! – grito el
coro, Evan se adelanto hasta la columna que estaba en el centro, sumergida bajo
el agua, la traidicion prohibia sacarla y ponersela, entonces se inclino para
que todo su cuerpo quedara debajo, se puso la corona y salio con ella puesta
- ¡Salve Evan de doser¡- gritaron todos los miembros
del circulo- ¡Salve nuevo rey de Valiana!
Evan sigio caminando
para salir por el otro lado y al subir las escaleras Bost lo cubrio con una
bata delgada para que nadie viera su cuerpo, cuando salio por completo del agua
deposito unos escarpines frente a el, la suela acolchada resulto un alivio para
sus pies
La
salida llevaba a la plaza donde el pueblo ya estaba esperando, cuando Evan
salio todos comenzaron a vitorearlo y los dirigentes de la casas desfilaron
frente a el para ofrecerle un regalo, los primeros fueron los representantes
del pueblo quienes traian un manto lleno de bordados y flecos, algo aparatoso
pero aun asi un manto real, el hombre y la mujer, ambos ancianos le hicieron
una reverencia cuando se lo hubo puesto y tras recibir su bendicion se
retiraron, despues venian los regalos de los dirigentes de las casas nobles,
Malina fue la primera de ellos y le entrego un paquete de tela negra, una capa
ligera al parecer, pero extrañamente pesada y rectangular, Evan penso
que tal
vez tendria dentro un libro, dada la aficion de esa chica,
luego llego su tio Matt quien le dio una nueva tiara de principe, un regalo
para el futuro primer hijo que siempre era dado por un miembro de la casa del
rey, Evan la coloco en el baul junto al libro y le dio las gracias
- Me alegro de que estes bien muchacho- le dijo en
voz baja para que nadie mas los oyera, luego en voz alta agrego- Para tu
heredero, mi señor
El regalo de Florian fue… una redecilla para el
cabello y aceites para hacerlo brillar, pero Dalber de Isenda le di algo mas
practico, un paquete de cuchillos engastados en oro y adornados con zafiros
- Azul y oro para la realeza, mi señor de los sueños
dorados
Luego vino Marion de Isolda y Samuel de Tristan, la
escultural Anaissa le entrego un baston de ebano adornado con oro y esmeraldas,
cuando se acerco para hacerle el saludo dijo
- Para
mi señor- y luego en voz baja agrego- y si deseas algo mas de mi solo
pidelo-
al tiempo que se inclinaba ante el, enseñando descaradamente su busto y
lamiendose los labios, la mujer se retiro contoneandose para dejar paso a las
otras casas, seguidas de los representantes de las iglesias, Doneto le entrego
un collar con los simbolos de los dioses grabados mientras que Morel le dio uno
con un aro hecho de oro y dos barras de hierro cruzadas
- Que
su fe sea fuerte y sus acciones nobles nuevo señor de Valiana- Evan se
eintio
tentado a pensar que ese era el mejor comentario que le habian dicho ese dia,
con lo que en adelante todo seria mas aburrido, pero aun tenia que aceptar los
regalos de los embajadores fronterizos y toda la larga, larga comitiva de
sirvientes menores asegurandole su lealtad dentro del castillo
Mientras
esperaba al siguiente embajador un fuerte viento levanto el borde de su manto y
el aire se colo dentro de sus ropas aun humedas, el frio era intenso, parecia
clavarse dentro de su carne y llegar hasta los huesos, pero la sangre le hervia
y palpitaba en las sienes, Feraldez recogio uno de los trapos y lo humedecio
para colocarlo en su frente, unos pasos lo hicieron voltear, se trataba de
Robert
- ¿Encontraste esas hierbas?- pregunto el soldado
- Solo algunas- respondio preocupado- me temo que no
podremos curarlo con esto, necesitamos ayuda o morira
- Lo
que faltaba, primero se da la gran vida, luego vacia las arcas para engullir lo
que sea ¡y ahora se muere en medio de la nada!
El mago lo gopleo con la rama que habia cortado en su
excursion por hierbas, la fuerza del golpe lo derribo y le hizo sospechar al
soldado que habia usado magia para fortalecerse
- ¡Guarda respeto hacia tu rey, soldado mal hablado!
¡nuestro trabajo es servirle, no juzgarle!
Feraldez se recupero del golpe y se uso en pie
encarandolo, casi al instante se dio cuenta del hilo de sangre que le salia de
la boca
- No
mago, ese es tu trabajo, el mio es protegerlo ¡no morir por su estupidez!
- Estas vivo soldado, no has muerto
- Y no lo hare
- Lo siento- dijo Evan- siento que todo este asi de
mal- Robert corrio a arrodillarse junto al rey y le paso las manos por el
rostro para examinar su temperatura, despues le coloco los dedos en la garganta
para checarle el pulso- no queria que pasara ¡Bost!- Evan se incorporo
extendiendo una mano como si quisiera alcanzar a su jefe de guardias-
¡corre
Bost! ¡no dejes que te mate!
Feraldez se acerco a ambos, conmovido por las
lagrimas que el muchacho soltaba entre sueños
- Aun no es un hombre
- Claro que no ¿ves ahora porque debes protegerlo?
- Creo que lo entiendo
-No ¡no lo entiendes soldado estupido! –grito Evan
mientras le arrojaba la copa a sus pies, el hombre retrocedio un paso en forma
instintiva y bajo los ojos avergonzado- ordene que me trajeran lo mejor entre
lo mejor ¡no un monton de uvas rancias!
- L-lo siento mi señor
Al ver que su rey no respondia el soldado se quedo
quieto, esperando la siguiente instrucción, Evan saco un pergamino y se
lo
arrojó
- Esto es lo que quiero soldado, esto y nada menos-
el hombre examino la lista con preocupacion, para conseguir esas cosas tendrian
que viajar durante varios meses- quiero que me lo traigas todo en un mes
-¡Pero
mi señor! – protesto el hombre sin hacer caso al protocolo, su
estupefaccion
era demasiada- Conseguir esas cosas tomara meses ¡nadie pude traerlo todo
en
uno solo!
- Te he dado una orden soldado- le replico con
arrogancia mientras se levantaba del trono, el hombre rettrocedio intimidado-
si no estas aquí antes de la nueva luna tu famlia pagara el precio de tu
desobediencia, le arrojo un objeto metalico a la cara- este es el sello de
comercio, usalo y toma lo que necesites ¡revienta todos mis caballos pero
regresa a tiempo! ¡gasta todo mi oro pero quiero todo eso! ¡ahora
sal y no
regreses sin cumplir mis ordenes!
El hombre se fue corriendo y estuvo a punto de
tropezar, la amenaza habia sido clara y haria cualquier cosa con tal de ver a
su familia de nuevo, Bost observaba todo pensativo y al fin se decidio a hablar
- Tal vez no debio hacer eso señor
- Deberias ser mucho mas especifico Bost – le replico
sarcasicamente medio recostado, medio hundido en su trono¿cuál de
todas mis
estupidas ordenes no te ha gustado?
- Creo que no debio darle el sello de potestad a ese
hombre de forma tan despreocupada
La ventaja de hablar con su jefe de guardias recaia
en el hecho de que habia servido a su padre y lo habia visto crecer, no tenia
interes en adularlo y pasaba por alto su actitud para ir sobre los hechos,
debido a esa confianza Evan solia recobrar la compostura cuando estaban en
privado… al menos la mayor parte de las veces
- ¿No escuchaste mi clausula especial Bost? Ese tipo
regresara dentro de un mes aunque sea solo para evitar que envie a mis hombres
a matar a sus hijos
- Si mi señor, pero es un soldado, no un comerciante,
le faltan los contactos para conseguir lo que ha pedido
- Volvera Bost, volvera
- ¿Y que pasa si no lo hace mi señor? Ese sello le da
poder sobre las propiedades en el castillo y en el reino ¿qua pasa si
huye con
el?
- Volvera, sin duda volvera
- Pero ¿y si no lo hace?
- ¡Deja de preguntarte eso! –estallo Evan, irritado
por la impertinencia de Bost, irritado por tener que estar en un trono para el
que no estaba preparado, irritado por no saber que hacer- ¡si no regresa
matare
a su familia y colgare sus cabezas en las murallas para que se entere!
¡si no
regresa perdera a las personas que quiere y vivira teniendo un poder demasiado
grande para el! ¡eso es lo que pasara!
Bost habia conocido bastante sobre reyes para saber
cuando callarse asi que hizo una reverencia y regreso a su puesto, de mala gana
Evan recogio una de las botas de vino que habia llevado el sujeto y comenzo a
beber, no estaba tan mal… quizas no debio haber sido tan duro… solo quizas
Volvio a tomar
otro trago, poco a poco el vino
perdia sabor, se hacia mas delgado y al final no sabia a nada, pero aun asi
resultaba refrescante, abrio la boca y el agua entro de golpe, Robert se
sorprendio al ver que comenzaba a beber por propia voluntad, pero el cuenco
estaba demasiado inclinado y entro demasiada agua, atragantandose, Evan tosio
una y otra vez hasta que al fin se le paso y pudo recostarse en un tronco
cercano, habia mejorado, pero estaba lejos de sanar
- ¿Qué crees que tenga, Robert?
- Alguna clase de fiebre de la Grieta, no se me
ocurre otra cosa
- ¿Entonces no sabes si va a mejorar?
- No lo se- respondio desanimado- podria pasarle
cualquier cosa pero no apostaria por su recuperacion
- He oido cosas sobre los magos- empezo Feraldez,
procurando no ser demasiado inquisitivo, los magos podian ser muy quisqullosos
con sus secretos- he oido que pueden revisar el cuerpo de un hombre del mismo
modo en que leen un libro ¿es eso cierto?
- Eso que has dicho es en efecto, algo que podemos
hacer, o mejor dicho, algo que algunos de nosotros pueden hacer, pero solo para
encontrar cosas que ya conocemos, y por desgracia Pover era el unico entre
nosotros capaz de encontrar una nueva enfermedad, yo solo podria decirte que
esta mal, pero no se que hacer con eso
Evan habia vuelto a dormir, ahora mas tranquilamente,
mientras lo veia ahí, tan indefenso y desprotegido a Feraldez se le
ocurrio
otra pregunta
- ¿Qué pasara si no sobrevive?
- Habra guerra por la sucesion
- ¿Y que nos pasara a nosotros?
- Los aspirantes al trono nos mataran para evitar
cualquier mensaje postumo del rey
- Y yo creia que la Grieta era despiadada
- La Grieta es el mayor desafio de nuestra nacion,
cuando regrese de ella el pueblo me aclamara como a un rey de verdad- le dijo
Evan a sus consejeros quienes trataban de disuadirlo de esa loca expedicion,
sin embargo algunos estaban por ceder bajo la insistencia del rey, o
simplemente para que los dejara en paz por un tiempo- no deberian preocuparse
tanto, despues de todo llevare a mi guardia personal, la mejor de todas en el
reino, y cuento con los tres magos reales
- Aun asi mi señor -intervino Bost- creo que deberia
llevar al menos el doble de soldados, uno nunca esta seguro de nada en la
Grieta
- ¿Es
que dudas de tus propias capacidades Bost? –por una vez Evan estaba satisfecho
de que otro estuviera inseguro- despues de tanto tiempo al servicio de la
familia real deberias ser capaz de protegerme de cualquier cosa ¿o
deberia
elegir a otro capitan de la guardia?
- No, no es necesario su majestad- tal vez el rey no
se diera cuenta, pero una declaracion como esa podia costarle el cuello, Bost
tenia que terminar la discusion cuanto antes asi que como tantas otras veces
simplemente
bajo la cabeza- hare lo que me mande, mi señor
- Su capitan esta de acuerdo- intervino Henmel, uno
de sus consejeros y el que mas se oponia al proyecto- pero eso no significa que
sea lo adecuado, despues de todo es un soldado, no un economista
- ¿Qué quieres decir Henmel? ¿qué excusa
tienes ahora
para retrasar mi partida?
- Ninguna excusa mi señor, pero los informes dicen
que los grajeros de la Rivera Drasik tienen problemas para vender sus
productos, que las minas del sur por el contrario necesitan alimentos, que las
caravanas estan siendo asaltadas continuamente en las Dunas Boscosas, que hay
problemas de sucesion en la casa Karls, que los gremios de todo el pais tienen
problemas de comercio y organizacion y muchas otras cuestiones que requeren su
atencion inmediata, no es prudente lanzar una expedicion en estos momentos
- ¿Y cuando sera el momento Henmel? ¿Cuándo nadie
en
este reino crea en mi y se decidan a atacarme para tomar mi corona? ¡No,
eso
nunca pasara! ¡Regresare de la Grieta como un heroe y entonces nadie se
atrevera a oponerse a mi!
- El rey tiene razon Henmel- intervino otro de los
consejeros, conocido por su astucia y sensatez- lo que el pueblo necesita en
estos tiempos de crisis es la confianza de que su rey es fuerte y poderoso, si
anuncia ahora que no ira todos creeran que es debil y habra aun mas problemas
nacidos en la desconfianza y la desilusión, tan solo en este castillo
muchos ya
dicen que contaran a sus nietos como servian al rey Evan Cazador de dragones
- Por fin un comentario sensato, deberias ser como
Siant y apoyar a tu rey de vez en cuando- le dijo Evan, complacido por tener al
fin a alguien de su lado- ¿alguno tiene algo mas que decir?- los otros
dos
consejeros se miraron indecisos, Henmel tenia mucha razon pero Siant habia
puesto las cosas de un modo dificil de rebatir, ambos negaron con la cabeza-
entonces esta decidido ¡dentro de un mes yo,
Evan de Doser dirigire una expedicion a la grieta y cazare a un dragon!
Evan de Doser dirigire una expedicion a la grieta y cazare a un dragon!
Sin escuchar nada mas el joven rey salio del salon
mientras todos ahí rumiaban las consecuencias de lo que habian hecho,
por un
momento Evan sintio nuevamente la duda ¿seria eso lo adecuado? Tal vez
no ¿pero
que mas podia hacer? Los problemas habian crecido bajo sus ojos y necesitaba
hacer algo grande, algo que le diera un poder distinto a la corona, un poder
obtenido por su cuenta y no heredado, un poder que nadie pudiera tachar de
ilegitimo, debia hacerlo a cualquier precio, pero ¿aun si eso le costaba
a sus
hombres? ¿aun si eso le costaba la vida de Bost, su mas leal sirviente?
¡no!
¡aun estaba a tiempo! ¡Aun podia hacer algo!
No, no podia, lo supo al abrir los ojos y encontrarse
en medio de la nada, recostado en un arbol y envuelto con trozos de capas, lo
habia hecho ¡lo habia hecho! ¡los habia matado a todos! Sin hacer
ruido miro a
las lunas y se puso a llorar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se admiten comentarios de usuarios sin registrar pero se pide que eligan un nombre para diferenciarlos
Tienes una casilla de comentarios limpia y nuevecita especialmente para ti, anda, lúcete, deslumbranos con tu ingenio