24/2/12

La seduccion de la añoranza



“De haber sabido”

Esta frase es comúnmente empleada en las situaciones que ya conocen pues ustedes mismos la han utilizado, significa que en determinado momento alguna de nuestras acciones no fue tan acertada debido a la ignorancia y que “de haber sabido” habríamos hecho algo mucho mejor

Si conocen mis disertaciones tan bien como supongo ya saben a dónde voy: les voy a explicar porque esa frase es errónea y que han estado haciendo mal con sus vidas y lo hare de tal modo que al terminar de leer se sentirán como si este conocimiento fuese capaz de transformar sus vidas aunque sea en ese pequeño aspecto sobre el que estoy tratando y se sentirán mejor al poseer el conocimiento que puede hacerlos mejores, entonces abandonaran este blog y volverán a sus vidas normales sin hacer cambios pero conservando esa sensación de sentirse mejor consigo mismos, muérete de envidia Walter Mercado

Entonces saltemos los preliminares

Nos encanta creer que de haber sabido habríamos estudiado más para ese examen que ahora vemos tan difícil, que de haber sabido habríamos escogido estudiar arquitectura y no repostería, que de haber sabido tendríamos esa casa en la colina y no la que se llena de agua con cada lluvia, que deberíamos haber planificado a nuestros hijos, que deberíamos haber preparado pasta en lugar de los rollitos de pan

Pero ¿Por qué nos encanta?

No es solamente el sentido masoquista pues detestamos que alguien más nos diga lo que debimos hacer, en este punto es mejor dividir entre las personas que piensan sobre lo que debieron hacer y las personas que hablan sobre lo que otros debieron hacer, llamémoslos “Autoanalistas” y “Exoanalistas” o “los primeros” y “los segundos”

Creo que falta consistencia, vayamos un poco más atrás

Basamos nuestras decisiones en el conocimiento que tenemos de las cosas y la forma emocional en que nos acercamos a ellas y del mismo modo las analizamos cuando las recordamos, la mayor diferencia es que ahora conocemos las consecuencias de estas acciones y de eso se trata todo, de consecuencias y responsabilidad

La responsabilidad da miedo, asusta hasta que la tomas y eso es algo que pocos les van a decir, se supone que llegado un punto seremos capaces de enfrentarnos a una situación sin temor y listos para dirigir el curso de ese evento, que nuestra preparación nos ha dejado a punto para lidiar con ello, bien, saben que pocas veces sucede así

El primer día de escuela, el primer día de trabajo, esas cosas son emocionantes y nos predisponen al placer y al miedo pero en el fondo sabemos que no dependen completamente de nosotros, sabemos que hay otras personas haciéndolo funcionar y que basta con hacer nuestra parte pero que incluso sin eso las cosas pueden sostenerse, la responsabilidad que nos asusta es la parte absoluta, aquella en que todo se desmorona si fallamos, aquella donde nuestra fuerza no es capaz de contener la voluntad del anillo y el mal reina eternamente sobre la tierra media

Son esas pequeñas catástrofes las que han sembrado la añoranza, al ver hacia atrás vemos como nuestras vidas pudieron ser diferentes con algunos cambios en cada lugar y en nuestra fantasía esos cambios abrían puertas hacia lugares con pastos más verdes y unicornios voladores corriendo sobre campos de arcoíris, esos cambios tenían la llave para vidas más ricas y los dejamos pasar

¿O no fue así?

No, no lo fue, por supuesto que no, nosotros no dejamos ir esos cambios, fueron ellos los que escaparon pues siempre estuvieron fuera de nuestro alcance sencillamente porque no sabíamos a lo que llevaban, nosotros, pobres de nosotros que no sabíamos el camino

¿Les suena conocido?

El conocimiento implica responsabilidad, a los niños se les perdona todo porque no conocen las consecuencias ni las necesidades, su ignorancia está justificada pues es parte de su crecimiento y es por ello que son inocentes de los eventos que han causado, nosotros no

Nosotros sabemos o deberíamos saber, la capacidad de preveer nos hace responsables y es ahí donde entra la añoranza por lo perdido, por lo que dejamos ir, el saber que éramos ignorantes nos hace inocentes, nos libra de la responsabilidad y más aún, nos convierte en víctimas de las circunstancias, nos hace creer que fuimos arrastrados por el mundo y por la vida y que debido a ello no hemos logrado llegar tan lejos como queríamos

El conocimiento nos hace responsables y es por ello que muchos lo evaden, algo tan simple como no querer saber sobre los problemas de otros o el evadir las cuestiones existenciales para vivir vidas simples y sencillas, eso estaría bien si no tuviésemos esos deseos de tener vidas llenas de eventos interesantes y emocionantes como las que vemos en las historias que nos gustan, la desproporción entre nuestros deseos y los actos que realizamos por ellos es grande y la solventamos diciéndonos que no teníamos las capacidades para enfrentar las situaciones que se presentaron: fuimos victimas

Esto no es absoluto, por supuesto, suele suceder que alguien realmente es una víctima de las circunstancias y ¿saben que es la cosecha de cerezas? Es cuando hablan sobre una situación y exponen unos cuantos eventos que recalcan la opinión que presentan haciendo creer que esas situaciones son la norma y no la excepción

Por ejemplo, con el problema de la planta nuclear en Fukujima se hizo un revuelo contra la energía atómica poniendo, a esta y a Chernobil como ejemplos de los desastres “que a cada rato suceden en las plantas atómicas” y por supuesto no se habló de los derrames petroleros que destruyen ecosistemas, disminuyen la pesca y disparan el precio de los combustibles, esas cosechas de eventos difunden la idea de la desgracia incontenible “yo conozco a un tipo que conoce a alguien a quien le fue todo mal, la vida es muy dura” puede que de algún modo u otro llevemos la telenovela en el alma (telenovela: culebrón, soup opera) y nos encanta sufrir o puede que simplemente estemos sufriendo, saben que, sufriendo es una palabra muy dramática dejémoslo en “nos estamos lamentando” decía, que nos estamos lamentando por las decisiones que no tomamos y al hacerlo de este modo nos convertimos en héroes trágicos de nuestra propia telenovela

Es decir, suena mejor “héroe trágico” que “lamentador compulsivo”

Pero vayamos al otro lado, hasta el momento he hablado de los autoanalistas, vayamos con los molestos exoanalistas para comprender mejor la otra parte

Mi familia, y con toda seguridad la suya tiene algunos “expertos en todo”, personas que te dicen como debiste hacer las cosas para que salieran mejor, si les aplicamos el mismo análisis que a los autoanalistas encontramos que esta postura de “yo sé lo que debiste hacer” no solo los libera de la responsabilidad pues no estuvieron en el momento y no son responsables de no haber actuado, también (y esta es la parte importante) les hace creer que están por encima de la situación, les hace creer que de haber estado ellos en ese momento habrían hecho algo diferente y por supuesto mejor, habrían salvado el día pero que lastima, no estaban para sacarnos del problema, pobres de nosotros

Esto es en parte algo que sucede al autoanalizar nuestro pasado, creemos que hemos superado la situación, que estamos por encima de ese momento y que ahora podríamos enfrentarlo y sacarle provecho, tal vez así sea pero eso nos sigue poniendo como las víctimas, nos hace creer que la vida ha sido injusta con nosotros al ponernos una prueba cuando no estábamos preparados y nos hace desear para ese momento la ayuda de los que somos ahora, capaces de salvar al más joven e inexperimentado yo del pasado, capaces de estar con él y ayudarlo a sacar adelante todo lo que desea y que no pudo conseguir

Pero (oh sorpresa) nada de eso sucede

Emmm… se supone que debería darles algo de esperanza pero no se me ocurre nada, suerte con sus vidas












Na, es broma
A veces pienso que eso es la forma en que tratamos de salvar el pasado en el que éramos más ingenuos, siento que le tenemos cariño a nuestro yo anterior como si fuera un hermanito, que así salvamos nuestro afecto, aquel afecto que ha sido maltratado por las frustraciones y que podemos rescatar del pasado para dárselo a ese sujeto tan agradable y tonto que alguna vez fuimos
Pero a lo mejor dentro de veinte años cuando estén pensando lo mismo le querrán dar una paliza a este estúpido yo del pasado

1 comentario:

  1. Muy buena entrada, deberías de impartir cursos de auto(engaño) conocimiento, no sabes lo ilusa que es la mayoría de la gente (no es cierto, si lo sabes).Saludos desde el otro lado de la percepción.

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