Ayer leí una entrada en el blog Ego Sum Qui Sum sobre el aparente conflicto fabricado
entre el Halloween y el día de muertos, el razonamiento del autor es claro y
bastante lógico en sus conclusiones pero me gustaría extenderme sobre algunos
puntos
Lo primero es que realmente existe un conflicto entre el Halloween
y el Día de muertos y que va más allá de la coincidencia temporal o los
recursos económicos, a mi parecer el aspecto que no estamos considerando es que
el Día de muertos es uno de los últimos rituales que nos quedan que no se
encuentra ligado a ninguna religión y que sobrepasa la complacencia humana
El día de muertos es una fiesta de adornar y reunir
ofrendas siendo que el aspecto más crucial es la preparación de las mismas, ok,
compramos el pan y casi todas las cosas pero en las casas donde se le da más
importancia es obligatorio preparar ciertos alimentos y es ahí donde esta
fiesta cobra toda su importancia
¿Saben cómo se hacen los tamales?
Esto es un moolino de nixtamal, deslumbrense citadinos |
Mis mejores memorias del día de muertos viene de ahí pues
comienza con poner el nixtamal, hervir maíz en una olla y agregarle cal hasta
que esté cocido, después cuando se ha enfriado procedemos a lavarlo, el proceso
consiste en apretar el maíz con las manos hasta que se le sale el pellejo para
luego enjuagarlo y se observa el cambio de amarillo a blanco, además de que al
molerlo la masa resultante tiene menos adherencia y se cuida de no hacer bolas
para conservar la molida en arenisca que a veces también es colada para obtener
una granulación aún más fina y limpia
Tan sólo en esa parte es todo un placer ver las filas de
botes en el molino y a las personas ayudándose a colar usando un enorme tamiz
de albañilería
Uno de estos manejado por dos personas, al final te puedes llevar las sobras pesadas para darle a los pollos |
Luego en un cazo grande (pues en los pueblos normalmente se
hace un bote de masa de veinte litros) mezclamos la manteca hasta calentarla
con las manos, una variación especial consiste en mezclar el caldo de tomate
con la manteca hasta emulsificarla, luego se agrega el maíz molido y se bate
durante un rato dependiendo de la cantidad
Pero claro, para entonces ya deberíamos tener listas las
hojas de maíz en las que envolveremos la masa y que pueden ser compradas por
paquete en la plaza o pueden haber sido recolectadas del maíz cosechado, estas
hojas secas se sumergen en agua para que recuperen la elasticidad
Muchas de estas comidas tradicionales se cocinan en la lumbre asi que debe haber suficiente leña |
Luego hay que regresar a casa cargando otros veinte kilos
de flores, hacer espacio para poner la mesa, adornar con los manteles y
distribuir la ofrenda y cuando los tamales finalmente están listos escogemos
unos cuantos para comerlos al momento y el resto los ponemos en el altar y
esperamos un día para comerlos cuando ya estén duros y debamos recalentarlos
Además de preparar tamales se hacen muchos platillos de
diversa complejidad y que muchas veces no van a ser consumidos simplemente
porque les gustaban a los difuntos; leyeron bien, a veces preparamos coas que
van a ser usadas y desechadas en favor de un recuerdo
Este es el punto crucial que le da valor al día de
muertos: el hecho de esperar para comer algo que nos hemos esforzado en
preparar pues nos dejamos en segundo plano voluntariamente y nos hacemos a un
lado y dejamos que el tiempo sigua su
curso y envejezca esa ofrenda que tanto trabajo nos ha costado y mostramos
respeto en un sitio de nuestras casas que de pronto se ha vuelto sagrado ¿Qué clase
de festividad promueve una actitud como esta?
Más allá de preservar el día de muertos por ser una celebración
antigua o por su muy distinguida estética es un ritual de enorme peso en la
forma de ver el mundo sobre todo para los niños pues mientras otras fiestas les
dicen que van a recibir obsequios y pasar un buen rato esta ocasión les dice
que algún día van a morir y que se preservaran en los recuerdos de quienes
dejen detrás
La mesa, las velas, el incienso, el aroma y el aspecto
son inconfundibles ¿en que otro ritual podemos participar de la muerte? Es como
asistir a un funeral pero sin que se tenga que morir nadie, es recordar nuestra
mortalidad y disfrutar de ello
Ahora veamos ¿Cómo puede el Halloween amenazar este
significado?
Simple, tan sólo díganme cuantas fiestas de Halloween han
visto y verán el peligro de eliminar una tradición consistente en hacer
preparativos para los muertos y reemplazarlo con festejos hechos para nosotros
Lo que está en juego no es la festividad, es su
solemnidad
Algo que tamiben me encanta es la suavidad de estas flores y si ademas estan mojadas se vuelven muy frescas |
Y bueno, creo que se entiende mi punto, sin embargo
algunos dicen que lo que les encanta del Halloween es el poder disfrazarse y
andar por todos lados, asumiré que vienen de un mundo paralelo donde no existe
el cosplay pero el titulo también dice “Rescate cultural” y supongo que a todos
los latinoamericanos les suena el termino pro de eso hablaré la proxima semana
Me fascina el día de los muertos, el tradicional. Lo otro es una fiesta americana, muy legítima, si no se exporta y convierte en negocio.
ResponderEliminarSaludos.
Sep, el dia de muertos mantiene un aire muy a familia
EliminarEl Sr. Ego da en el clavo en varias cosas, sí.
ResponderEliminarNunca he entendido a quienes contrastan al Halloween con el Día de Muertos. Ambos tienen su aporte cultural y de entretenimiento de una forma única. Recuerdos, comida, música, y arte en diversas formas surgiendo de ambos. Me gustan los dos por igual.