La chica debe ser bonita, es una ley no escrita en todas las gestas heroicas, el héroe tiene que ser hábil o fuerte o increíblemente astuto y no importa si es feo o está lleno de cicatrices pero la chica tiene que ser bonita, si llega a ser fea pasa a la historia como alguna clase de bruja encerrada en su cueva, graznando extraños hechizos y haciendo pociones para ayudar al héroe, la chica solo debe ser bonita y casarse con él al final del relato, lo demás es un añadido
Por eso el otro agente está buscando a una muchacha bonita, sin experiencia y con ganas de salir al mundo, ya tiene a su héroe, un chico de la Franja, una ciudad de comercio activo como se le había requerido, ingenuo, con un buen acervo de historias escuchadas y con ganas de llegar lejos, pero todavía le falta la chica, el perfil dice inocente y amable pero con un alto potencial de aprendizaje, sin recelos hacia los trabajos duros pero con la discreción suficiente para mantenerse ascendiendo, nada de mujeres rudas, esto ha cobrado más importancia para Kan desde que su elegido resulto mas impetuoso de lo esperado, a un mes de haberlo encontrado los ha metido a ambos en bastantes problema y necesita encontrar una heroína adecuada para equilibrarlo, que sea un objeto de deseo y un apoyo mientras se posiciona en el lugar donde debería estar
Y en una granja en medio de la nada una muchacha alimenta a las gallinas, es fácil imaginar que tiene el perfil perfecto o nadie repararía en ella, es bonita, si, pero acaba de atrapar a otra de las aves antes de que llegue al maíz, la lleva hasta el tronco, sujeta sus alas con una mano y le aprieta la espalda para inmovilizarla, entonces cambia de mano para sujetarle el cuello y un cuchillo y suelta un corte firme, fuerte y limpio, uno solo, levanta el ave y la cuelga de las patas en un cono de metal para que escurra la sangre protegiéndose de las alas que aun se mueven y enciende el fuego para calentar el agua y desplumarla, la granja en que vive esta cerca del camino pero lo bastante alejada para evitar el contacto directo, aun así ella puede ver a los viajeros pasando de un lado a otro, llevando sus carromatos cargados de mercancías extrañas, a veces viajando con guardias, a veces solo grupos de soldados, en la orilla del camino hay varios mesones y de cuando en cuando Aileen trabaja en ellos, no ahora, pues es tiempo de cosecha y cuando los hombres regresan del campo están cansados y necesitan ser atendidos, su padre y los peones llegarán pasando la media tarde y las mujeres de la casa están preparando la comida para llevarles al medio día, la granja es grande para almacenar los granos y el forraje pero las tierras de cultivo están a media hora de camino en caballo, o seria más acertado decir que la granja está alejada de las tierras que le han pertenecido a su familia desde hace mucho, había sido su abuelo quien decidió montar una granja cerca del camino para vender forraje y alimentos a los viajeros, la chica atrapa y degüella otra gallina y la cuelga al lado de la primera y después entra al corral por las dos rezagadas, los animales deben ser preparados antes de comer para no desperdiciar comida y porque así es mas fácil limpiarles las tripas, finalmente las cuatro aves cuelgan en los conos desangrándose y el agua está echando vapor, Aileen toma la primera gallina (que se llamaba Cloqui) y la sumerge en el agua sosteniéndola por las patas, la deposita en la mesa y arranca las plumas suavizadas por el calor
Matar y cocinar animales es un trabajo simple pero requiere de estomago y conocimiento además de práctica, las aves se pelan arrancando las plumas en dirección contraria al nacimiento hasta que solo queda la piel limpia y se expone ligeramente al fuego para chamuscar los pelillos residuales, como se trata de aves comunes se puede usar agua caliente pero si se van a usar para platillos especiales como faisanes o codornices entonces el ave debe desplumarse en seco para no estropear el sabor y eso requiere una mano muy firme, más propia de mujeres mayores, Leireen, la madre de Aileen es una experta en eso y otros procesos alimenticios que involucran animales en bruto como aglomerar animales, capear gallos o castrar cerdos (y las mujeres saben apreciar la ironía de ser ellas las que le arrebatan las bolas a los machos)
Así que en cierto modo es su responsabilidad, su madre y sus tías preparan los guisos para veinte peones mientras sus primas han bajado al rio para lavar la ropa y a ella como la hija mayor le corresponde abrir los pollos mientras sus hermanos alimentan a las reses, cosa que suena sencilla de no ser por el número de animales y porque sus cuerpos apenas comienzan a desarrollarse, después de sacar las plumas a las cuatro aves lo siguiente es abrir el abdomen por debajo de las costillas y sacar las entrañas, la molleja y las tripas aun tienen alimento del día anterior y si se mira atentamente es fácil distinguir como se transforma en excremento a medida que avanza en el tracto digestivo, Aileen las arranca y las avienta a los gatos que se entretienen cerca de ella pues aun no hay granos suficientes para atraer a las ratas, los perros se han ido a dar la vuelta con su primo Estel y no están ahí para pedir las vísceras, cosa que agradece pues le agradan mas los gatos aunque se pongan a merodear sobre las mesas
Después de las tripas sigue el hígado, que debe ser sacado completo y con cuidado de no aplastar la bilis porque puede estropear la carne, pero solo es un momento y ya están afuera, corta las bolsitas verdes y amargas y las tira a la basura, luego le da un hígado a Croshi, su gato preferido y que solía molestar a Cloqui, a la que ahora se está comiendo. La última pieza es el buche, que también conserva algunos granos del día anterior pero Aileen saca el maíz que empieza a fermentar y se lo avienta a las otras gallinas que corren a picotearlo
Una vez que un animal ya no tiene vísceras en momento de destazarlo, para las reses no hay nada como un cuchillo afilado y tal vez un hacha pequeña pero para las aves lo mejor son las tijeras enormes y afiladas que también se ponen sobre las cunas de los bebes para que las brujas no los ataquen en las noches, pero es de día y el filo hace maravillas separando los ligamentos unos de otro, la única parte que necesita más fuerza es la pechuga pero un par de golpes extra y las costillas se han dividido, entonces Aileen las pone en una charola y las lleva dentro a la olla que ya está preparada sobre uno de los fogones mientras su madre sigue picando las hierbas que acompañan el chile, entonces la chica vacía el pollo y le agrega algunas cebollas y unos cuantos ajos, un poco de sal y lo tapa
- ¿Todo listo? - pregunta su madre
- Todo listo - responde ella
Aileen ha viajado a la ciudad en algunas ocasiones y le molesta bastante el que las personas hablen tanto, cada esquina con tipos luciéndose, cada regateo interminable, cada mesón donde las meseras recomiendan platillos con una sonrisa estúpida le ha hecho alegrarse de vivir en una familia de campo donde lo importante es hacer bien las cosas, la comunicación es esencial y por eso se dice lo que es necesario, los gatos la han seguido y de un manotazo aparta a uno que se ha acercado peligrosamente al chile, otra cosa que le agrada del campo es el contacto con animales y lo que se aprende de ellos, la mayoría de los citadinos no sospechan cuanto les gustan las verduras a los gatos quienes en su típica curiosidad suelen probar de todo aunque los suyos en particular sienten aprecio por los tomates
- ¡Sapi! - Grita su madre al ver que otro gato mira el pollo de forma muy sospechosa, el animal se queda mirándola y cuando ella le suelta un manazo le corresponde con uno de sus patas, la hija toma el relevo y continua manoteándose con el gato en un juego aprendido desde la temprana infancia
- Por lo menos no son los perros – dice Aileen, siempre dispuesta a defender a sus mascotas
- Los perros no son tan confianzudos
- Si, si, mama, mejor hay que terminar el arroz
La comida debe ser suficiente para veinte personas y la cacerola del arroz es enorme, su madre esta friéndolo y Aileen reúne los tomates y los pasa por el molinillo agregando bastante agua para facilitar la operación, a veces le gustaría tener maquinas domesticas como la gente en la Franja aunque el calor y los olores volcánicos son el precio que pagan por ello, sin embargo un poco de ayuda siempre se agradece
- Mamá
- Dime
- ¿Es posible que llegamos a tener un Recolector?
- No se hija, tal vez en diez años, la gente del pueblo lo ha comentado en algunas reuniones, dicen que si todos cooperamos podríamos tener uno y usarlo por turnos, pero siguen siendo bastante caros
Aileen siempre había sido muy curiosa y recordaba el encuentro con las maquinas cuando siendo pequeña la llevaron a una hacienda para ver la compra de algunas reses, las tierras de los hacendados estaban en periodo de cosecha y en lugar de una cuadrilla de peones solo había una cosa enorme paseándose por los campos como un monstruo vegetariano, como una vaca gigante hecha de algo que parecía mezcla entre metal y roca, moviéndose sobre ruedas más grandes que la de una carreta, más incluso que las de un carromato, sus extensiones metalicas recogían los surcos de forraje como dedos firmes y muy delgados y después de insistir la esposa del hacendado le pidió a su marido que la dejara ver de cerca al Recolector, las llantas como había notado eran enormes y muy gruesas pero cubiertas con un material oscuro parecido a madera suave
- Es caucho – había comentado el hacendado hablando con su padre – lo sacan de unos árboles y lo cuecen, en la Franja lo procesan de mas para que se ponga así de oscuro y resistente
En realidad la explicación iba para todos, incluso para un hombre de recursos tener un autómata propio ya era algo excepcional y un gran símbolo de status
- El cuerpo – continuaba mientras comían afuera de un corral, viendo a las reses- está hecho de esas mezclas que hacen los magos, fusión fría creo que lo llaman, mezclando roca y acero en el cuerpo del golem – el hombre levantó una barra de metal recargada en el corral y golpeo la maquina, esta produjo un sonido extraño, mezcla entre una cacerola de metal y una de barro, Aileen se acercó a verlo de cerca y pudo sentir su textura, similar a una piedra de rio pero frio como si acabara de ser desenterrado en un terreno húmedo, casi como si aun tuviera agua encima
- Además esas cosas hacen daño – decía su madre al probar el caldo del arroz y agregarle más sal – puede que ese hombre no lo resienta ahora pero cuando sea viejo va a morir con dolor
- Estas exagerando mama
- No Lily, yo también he visto las cosas que tienen en la Franja y se de que te hablo, tu tío, mi hermano mayor quiso volverse mago y hacer maquinas y ya ves como terminó, no, aunque sea más trabajo no quiero que nadie en nuestra familia use esas cosas
- Bueno, bueno, apenas lo estamos hablando, no es para tanto
- Tal vez tienes razón pero ya sabes cómo me pongo con estas cosas
- Si mamá
Después de tener lista la comida la subieron a una carreta donde su tía estaba esperando para llevar las cosas al campo donde los peones trabajaban, cuando se hubo ido regresaron a la cocina para comer lo que habían preparado, al terminar Aileen tenía en rato libre así que decidió bajar a las casas y comercios que rodeaban la carretera y que llamaban simplemente el Camino
Ahí abajo tenían bastantes cosas, la gran cantidad de granjas que se habían asentado y prosperado en la zona convertían al lugar en punto de abastecimiento para los viajeros que salían de las ciudades y deseaban aprovisionarse a precios más bajos, mercaderes trotamundos que viajaban de un lado a otro intercambiando noticias y mercancías, soldados en destacamento hacia la Grieta o a la costa en ejercicios militares para entrenar en caso de un desembarco de Tierras Lejanas, también pasaban por ahí simples aventureros que más tarde volvían con un par de historias y bastantes cicatrices solo para asentarse de nuevo en sus lugares de origen
La gente de las Villas Verdes estaba acostumbrada al espectáculo y muchos jóvenes ven pasar frente a ellos las posibilidades de la aventura y lo desconocido, de vez en cuando alguien es seducido por un grupo de viajeros a los que acompaña de un lado a otro, viendo lugares, conociendo gente hasta que se harta y regresa hacia la amable dureza del trabajo en el campo, la mayoría de las veces llevando una esposa o si son mujeres un hijo en el vientre, tal como le sucedió a su padre quien para ponerlo simple “se robó” a su madre en algún lugar de Valiana cerca de las llanuras
En todo caso El Camino es una aglomeración de casas y negocios que sirven como punto de encuentro para vender el grano y el forraje que las monturas necesitan así como los alimentos de los jinetes, el eterno traqueteo de las ruedas anuncia claramente cuanta distancia hay hasta el primer mesón y el golpe de metal contra metal indica el lugar de la herrería, Aileen suele pensar que de ser hombre habría sido un buen artesano de trabajo pesado y observa fascinada como saltan las chispas al golpe del martillo, cuando el viejo Grisha la ve acelera el golpe mientras ella toma el fuelle y sopla en la fragua avivando los carbones, contemplando el intenso color rojizo que aumenta y se vuelve más claro mientras mayor el calor, Grisha mete su güingaro de nuevo entre los carbones y ella sigue soplando mientras se pregunta como será exactamente esa fusión fría de la que hablaba el hacendado, cuando el herrero saca la hoja curvada y la lleva de regreso al yunque Aileen vuelve a contemplar el carbón y acerca las manos despacio, cautelosa desde la ocasión en que un trozo le cayó sobre el brazo pero curiosa y fascinada por el calor sin llamas, solo tizones resplandecientes quemándose y palpitando como corazones de piedra viva
Un siseo le indica que la hoja esta bajo el agua pero es sacada muy rápidamente, aun así se ha enfriado lo suficiente para tomarla sin las pinzas
- ¿Cual crees que sea mejor para el mango Lily? ¿cedro o pino?
- ¿Es para mi casa?
- No
- Que sea pino
- Pino pues
El viejo Grisha toma un cilindro de madera y la lleva al torno, una enorme y pesada máquina en la esquina del taller, tiene una base giratoria y barrenos en tres direcciones con muescas que indican la longitud de cada uno, el viejo sujeta la madera apretando las mordazas y baja el barreno superior mientras lo hace girar desde su manivela, el cilindro empieza a ser perforado mientras pequeñas virutas salen del agujero cortadas y empujadas por el movimiento del metal, cuando las marcas indican que la perforación ha llegado a la mitad se detiene, afloja las mordazas mientras la chica sostiene la madera para que no se caiga, luego la limpia con un cepillo delgado y alargado, le aplica un poco de resina y comienza a embonar la hoja curva que acaba de forjar
- Explica – le dice el viejo
- Le pones la resina para que solidifique con el calor residual de la hoja
El hombre asiente y hace gesto de acariciarle la cabeza como cuando era niña, ella le devuelve el contacto con un manotazo similar a los que hace jugando con sus gatos
- ¿Donde están tus aprendices?
Toma una lima de grano muy fino, de las usadas para tallar la madera y juguetea puliendo el mango mientras Grisha se quita el delantal y se lava las manos
- Bajaron a gastarse su paga y beber un poco
La herrería está en la parte más elevada del Camino, apenas encima de una pequeña colina pero las costumbres son claras y desde ahí cualquier lado es “ir abajo”
- ¿No tienes un encargo digno de mis delicadas manitas?
- Nada todavía Lily, pero creo que en una semana van a comenzar los viajes de los tipos ricos que van a hacer turismo a la Grieta, igual y sale algún encargo de armaduras bonitas
- Lo estaré esperando tío
Aileen revisa su último trabajo, los revestimientos en plata del mango de una espada, apenas unas líneas delgadísimas hechas a base de hilo aplastado y endosado sobre el ébano para rematar sujetándolos con finos y cortos alfileres, la combinación de contrastes es su punto más fuerte y una forma fácil de hacer adornos vistosos sin que sean demasiado caros para el bolsillo de los clientes
- ¿Y bien? - pregunta mientras esgrime la hoja y comprueba el tacto del mango - ¿voy a hacer la funda o el cliente solo quiere esto?
- Eso depende de sus bolsillos, el cliente es un capitán de guardia y quiere algo mejor para su equipamiento pero no le pagan con oro precisamente
- Claro tío ¿y si hago la funda por si acaso? Estoy segura que lo podemos tentar a comprarla
- Eso es cosa tuya Lily, pero tus trabajos tienen el toque así que sin duda puedes embaucarlo para que gaste en lo que no necesita
- Me haces sonar malévola – le dice sonriendo
- Todas las mujeres son malévolas – responde mientras levanta un palo y lo esgrime - ¡En guardia!
Entonces comienzan un antiguo juego practicado por igual en todas las herrerías en todas las épocas, parecen repetir una vez más el juego de manazos con los gatos pero con extensiones, después de un rato de jugueteo la aprendiz se lanza usando la punta de la hoja y el maestro se hace a un lado mientras desvía el golpe con su arma, luego da un paso hacia ella quien se agacha para evitar el contraataque, rueda hacia la derecha ensuciando sus ropas con carbón y se esconde tras una mesa, luego hace saltar un trozo de madera hacia la cara del maestro y coge el delantal para repetir la maniobra, entonces corre mientras la tela vuela hacia la cara del rival
- ¡Tocado! - le roza la hoja en la espalda para confirmar sus palabras
El maestro se quita el mandil dejándolo caer hacia atrás y tirándose hacia adelante, ahora es ella la que por un segundo no puede ver y el viejo recio y musculoso toma una lona y completa el trabajo
- ¡Atrapada!
Entonces toma las puntas y las une para formar una bolsa en cuyo interior esta Aileen
- ¡Está bien! ¡Esta bien! ¡Me rindo!
Grisha le saca la tela de encima y ve complacido que ha protegido la hoja al caer, le da una mano para levantarse y asiente con ese gesto universal de los maestros de oficio, Aileen observa el palo con detenimiento, es sospechosamente ancho, oscuro y plano
- ¿Eso es para hacer la funda?
- Esto mismo Lily
- Pues mejor empiezo de una vez
La chica va hacia la sierra de banco, algo parecido al tornillo, es un bloque de metal con mordazas y una sierra empotrada que corta con gran precisión y rectitud, con ella separa la madera en dos laminas iguales , mirándola bien es madera cruda, con menos de una semana de haber sido cortada, sin secar ni hornear, después usa la lija que había estado mirando y pule la madera ayudándose con un poco de agua para lograr un acabado liso en ambas partes, tiene la espada a mano para poder comparar cuando sea necesario y prosigue cortando y lijando hasta tener el grosor y el largo adecuado, es un trabajo lento porque la precisión requiere más fuerza para serrar que en una herramienta normal pero finalmente obtiene sus preciadas mitades, entonces se dirige a la fragua y abre el compartimiento encima de los carbones que ya han perdido mucho de su brillo y con la ayuda de cuatro placas de metal mantiene las laminas de madera paradas de canto mientras que una mordaza a lo largo aprieta la madera por el centro, el calor es considerablemente menor al de la fragua en directo sobre todo porque los carbones se apagan poco a poco, pero la madera debe cocinarse despacio como si fuera un trozo de carne muy gruesa para obtener una cocción uniforme
Durante media hora mantiene los carbones ligeramente encendidos mientras prepara mas hilos de plata, los alfileres no sirven tan bien en algo delgado así que debe usar mas habilidad para compensarlo, saca las herramientas de labrado, cuña, martillo, cincel, pequeñas replicas de los utensilios de herrería, cuando calcula que la madera se ha calentado hasta hacerse flexible aviva el fuego de golpe para obtener un calor intenso y lo mantiene así por otros veinte minutos, finalmente deja que el carbón descanse y saca las hojas del horno
Con el calor constante la madera se hornea hasta calentarse, pero con el calor elevado una parte se seca y se contrae, resultando en una forma curva, si la temperatura es alta desde el principio se forman grietas pero si es baja todo el tiempo la madera se cuece y endurece sin deformarse y se requiere un poco de experiencia para calcular el punto medio, la mordaza ha evitado que se doble a lo largo y las laminas que embalaban perfectamente ahora tienen un espacio interno entre sus curvaturas, Aileen desliza la espada entre ambos y comprueba que sobra un poco de espacio. Al hacer una funda se debe considerar que el filo no toque el borde, en lugar de eso se agrega un espacio vacío que es en donde encaja la hoja sin que el filo roce con nada, con eso en mente el siguiente paso fue lijar hasta obtener el asiento de la hoja, cuando ya no roza con el borde Aileen decide que puede empezar a adornarla
Dado que el mango está hecho con adornos en forma de malla en diagonal la funda debía seguir el mismo patrón, después de unir ambas hojas de madera las aseguró haciéndoles muescas y empotrando delgados anillos de hierro para asegurarlas, entonces procedió a tallar la zona en la que debían ir los hilos formando delgadísimas líneas, cuando estuvieron listas acercó un brasero en el que con ayuda de unas pinzas calentaba los hilos antes de colocarlos sobre la madera mientras los aplastaba hasta embonar y dejarlos planos con ayuda de su mini martillo, trabajaba por partes, colocando únicamente un trozo de hilo en una cara a la vez para tener tiempo de alinear los excesos de plata aplastada, cuando finalmente estuvo listo el mallado ya se había hecho de tarde
- Los aprendices no han vuelto – observo al fin, tras salir de su abstracción – supongo que por eso no pasan de aprendices
- Y supongo que por eso tu ya casi eres herrera primita
Ahí en la puerta estaba Estel, el primo que había bajado al Camino a hacer negocios, era el mayor de todos y debido a la diferencia de edades las tres familias (la de su padre y las de ambas tías) lo trataban como al hijo primogénito de la granja, junto a él venían los cuatro perros mayores, los cachorros aun estaban en su madriguera entre el forraje con sus madres
- Hola muchacho – saludo Grisha alzando la mano – espera un poco hasta Lily que acabe
- Terminare en dos días tío
- ¿Que haces esta vez primita?
- Observa tu mismo – y le lanzo la funda, Estel la atrapo en el aire y la jugueteó como si fuera un machete – se ve bastante bien – dijo mientras observaba la rejilla de plata – pero el canto esta algo burdo ¿es la parte que falta?
- Eso mismo Mely, vámonos ya que tengo hambre
- Tu mandas primita
Y no era una broma, Lakina, la hermana de Estel y Lerena la prima de ambos podían ser mayores pero Aileen tenía más carácter imbuido por su padre en la espera de haber tenido un varón para ponerlo a la par del muchacho
- ¡Hasta luego tío! - le dijo mientras se acercaban a los establo de la herrería, cada negocio del Camino tenía un lugar para albergar animales aunque ahí estaba justo al lado porque el olor y el ruido de la herrería opacaban al de las bestias, Aileen subió de un salto al igual que su primo y se abrazo a el por la espalda
- Me sienta raro que tengas un tío mas que yo – le decía Estel en el camino a la granja – pensándolo un poco tienes dos tíos mas que yo, tres si contamos a la vendedora de telas
- Serian tus tíos si te acercaras a hablarles un poco
- Creo que es un poco tarde para eso, ya perdí el encanto de la infancia
Grisha no era realmente tío de Aileen sino un conocido que le había enseñado su oficio desde pequeña y con el que había desarrollado una relación estable, pasando de permitirle jugar en su herrería a permitirle trabajar en su herrería y mimándola en todo el proceso, Camino de Villas Verdes podía ser un lugar de paso pero conservaba todo el espíritu de los pueblos pequeños
- Hueles a carbón, deberías hacerte sobrina de algún perfumista
- Solo cabalga y me pegare a ti un poco mas
- Tu mandas primita
Y así al caer la tarde volvieron cuesta arriba hacia su granja con el caballo trotando y los perros corriendo detrás
Y con esto les presento otro personaje de Danza de Mascaras, tengo bastante interes en desarrollar la historia de esta chica por eso le di ese afecto por los gatos, si alguna vez ven en mis relatos un tipo al que le agradan los perros tengan por seguro que va a morir muy pronto (y con gran dolor ademas)
ResponderEliminarEy, que yo tuve dos perros, aunque ahora, bueno, desde hace la tira de años, tengo gatos (3). Y por allí hay alguien con perros, creo. Pobre.
ResponderEliminarMagnífico personaje. Una mujer que no cumple con los esterotipos y corta cabezas de animales como si tal cosa.
Pero, esto forma parte de la novela o es un fragmento aparte.
Disfrutando de su lectura.
Un señor sin perros.
Gin: Eres un narrador nato, me encantan tus extrañas narraciones, que siempre leo, aunque no siempre comento.
ResponderEliminarLo que si he descubierto, es tu tendencia homicida, pues no es la primera vez que escribes como un auténtico pollicida, es más un gallinicida, ¡pobres aves, ojalá y no te encuentren de frente!
Además de comentar, quiero avisarte que he tomado uns de tus ediciones, para comentarlas en mi blog. Espero visites mi casa.
Cariños: Doña Ku
Igor: he decidido usar en la novela un formato que lleva un relato corto al inicio de cada capitulo y si, esto forma parte de la novela
ResponderEliminarDora Ku: Sip, las gallinas deber morir mwahahahaha, curiosamente hoy estaba viendo un reportaje de Food Tech donde mostraban la crianza y procesamiento de patos por millones