De dientes para afuera

Me gruñen las tripas, suele suceder cuando me siento junto a los desconocidos, sus tripas me gruñen, repletas de mala leche sin duda alguna, no es que quiera atacar a nadie solo por sus tripas pero vamos, si la tripa suena es que agua lleva, yo tengo estomago y creo que es esa la razón de los gruñidos, se sienten intimidados al estar frente a un órgano digestivo más grande y agresivo, todavía no me hago a la idea, es que verán, mi madre tenía mucho corazón y mi hermano Silvio era un hígado y yo, bueno, tengo el estomago ¿lotería familiar? así lo llamaba la abuela pero con su lengua larga y venenosa es mejor no creérselo todo

Pero tengo estomago y es algo bastante útil, las corazonadas sirven de poco en este negocio, te ayudan a saber cuándo dejaste la comida en la estufa y también sirve si alguien te está buscando sin haberte avisado pero es muy simple, cosa de cursis y enamorados, es envidiable cuando tienes novia y es una de esas chicas que no saben si quieren verte este día o el siguiente, solo tienes que preguntarle al corazón y el muy flojo te dice lo que quieres oír para volver a descansar y latir solo de cuando en cuando justo lo necesario llevarse todo el crédito ¿alguna vez has escuchado a tu cerebro? Ese sí que tiene buenas ideas, ideas a lo bestia, y también planes, muchos planes, casi diría que le encantan las conspiraciones pero ya sabes, todos aman las conspiraciones

Yo tengo estomago ¿lo había mencionado? Mi trabajo es hacer el trabajo duro junto a los músculos, al menos los chicos son recios, me gusta la gente recia, despedazamos animales, es un rastro y es lo que se espera del lugar, traer las reses, formarlas y degollarlas en fila, las propagandas anti bélicas siempre hablan de soldados siendo enviados al matadero y así me los imagino, la fila entera de pie, serena y paciente, esperando como solo las vacas saben esperar, me los imagino rumiando las palabras de sus jefes, rumiar es un acto curioso, es cuando te comes lo que ya te has comido y dicen que eso ayuda a digerirlo mejor, también las ordenes y los discursos, también se rumian cuando no acabas de tragártelos

Me pregunto si entre un pelotón de soldados hay al menos cuatro como yo, se necesitan cuatro estómagos para rumiar, es un trabajo de equipo supongo

No me llevo bien con algunas personas y menos con Carla la del camión que con ningún otro, ella anda con cada empleado cambiando entre semana y bueno, es la comidilla del lugar y no se me acerca, es verme y salir corriendo y la entiendo, una vez me encontré a un tipo pequeño de mirada dura, era un hueso duro de roer y nunca pude tragarlo, a veces creo que Carla teme que la trague demasiado rápido

No me caen bien los pies, esos que echan a andar todo, muy indispensables ya sé, pero si se me caen por mi trabajo siempre llegan de golpe y me descontrolan todo, si tuviera que escoger equipo pediría a uno de esos que se ven tan frescos cuando salen a respirar, un pulmón, son más ligeros y desinhibidos que los otros chicos y me caen bien, ya saben, yo soy más de destruir cosas pero creo que nos complementamos, en todo caso con quien más hago equipo es con Toño es el despellejador y tiene buena mano, es que me gusta la forma en que va pelando las reses como si fueran frutas mientras yo les saco el jugo y la pulpa

¿Conocen la pancita? Panceta, panza, llámenle como quieran, es un plato donde pones todas las tripas y estómagos juntos dentro de otro estomago, le echas algo de condimento, lo amarras bien y los horneas, me da escalofríos, no es que le tenga miedo al fuego, es que soy claustrofóbico